¿El futuro del libro está en el TAP "Tirada A Pedido"? Apareció en el mercado en el 2004 de la mano del editor Jason Epstein: un dispositivo conocido como Espresso Book Machine, una impresora del tamaño de una fotocopiadora y capaz de imprimir y encuadernar un libro a bajo coste. Hoy ya hay varias editoriales por internet que utilizan este sistema, además de unas cuantas universidades de todo el mundo que han digitalizado sus títulos.
La impresora Espresso Book Machine, que tiene 3 metros de largo y 1,5 de profundidad, es capaz de imprimir, cortar y encuadernar libros en rústica con cubierta en 4 colores, a una velocidad de 40 páginas por minuto. En menos de 10 minutos se puede obtener un libro encuadernado con cubierta en cuatro colores, por un precio de 10 $.
Algunos editores creen que el futuro de la edición tiende hacia ese camino, editar pocos ejemplares, libros a la carta. Hoy en día las imprentas tradicionales no lo permiten por sus sistemas de tiradas. Esto, unido a la desaparición poco a poco de las librerías de barrio, nos dejarán en manos de las grandes superficies que ya llevan un tiempo creando sus propias marcas blancas culturales (libros y discos) y sus propios catálogos. Pondrán en el escaparate a sus acólitos y todo lo que esté fuera de ahí dejará de existir. Todavía me resisto a pensar que algún nuevo Kafka morirá sin ser publicado debido a la avaricia y la poca sensibilidad del sistema. Pensemos nuevos métodos que no sean tan draconianos y solo den de comer a unos pocos.
La impresora Espresso Book Machine, que tiene 3 metros de largo y 1,5 de profundidad, es capaz de imprimir, cortar y encuadernar libros en rústica con cubierta en 4 colores, a una velocidad de 40 páginas por minuto. En menos de 10 minutos se puede obtener un libro encuadernado con cubierta en cuatro colores, por un precio de 10 $.
Algunos editores creen que el futuro de la edición tiende hacia ese camino, editar pocos ejemplares, libros a la carta. Hoy en día las imprentas tradicionales no lo permiten por sus sistemas de tiradas. Esto, unido a la desaparición poco a poco de las librerías de barrio, nos dejarán en manos de las grandes superficies que ya llevan un tiempo creando sus propias marcas blancas culturales (libros y discos) y sus propios catálogos. Pondrán en el escaparate a sus acólitos y todo lo que esté fuera de ahí dejará de existir. Todavía me resisto a pensar que algún nuevo Kafka morirá sin ser publicado debido a la avaricia y la poca sensibilidad del sistema. Pensemos nuevos métodos que no sean tan draconianos y solo den de comer a unos pocos.
Es necesario que el pensamiento y la creación, cuanto más amplio el abanico mejor, por lo menos, llegue.
8 comentarios:
Me da miedo el futuro, no ya el mío, que no tiene solución. Por cierto, he pasado unas mini vacaciones en el pasado, allí he visionado algo sobre el flautismo, y al llegar a Madrid resulta que los días habían transcurrido. En fin, que ahora debo dos días de trabajo. Un abrazo.
a mí me gusta... sobre todo el hecho de usar menos papel. creo q esto permitirá que mucha gente publique... al margen de las grandes editoriales
¿Acaso el sistema actual no esta corrupto?. ¿Qué y a quién publican las grandes editoriales? La realidad es q todo sistema actual, tal y como esta concebido, es un sistema cerrado: favorece a quién esta dentro. Un sistema cerrado es un sistema no criticable y es ahí donde nos movemos. Apuesto por los sistemas abiertos, que por otra parte la naturaleza no hace más que demostrarnos que todo es un sistema abierto. El TAP en sí mismo sigue siendo un sistema cerrado y más de lo mismo. Quizás abarate costes y decidas fabricarte tu tirada de ejemplares y "colocarlos" subrepticiamente en las bibliotecas de barrio (idea copia y oída y reproducida)...y en ese ejemplar que has dejado en la estantería, le metes un marcapáginas, con tu dirección de correo. Y ese marcapáginas se convierte en la llave que abre el sistema y lo convierte en sistema abierto: criticable. ¿Qué pondrías en ese marcapáginas tu cuenta de facebook o la dirección de una gran editorial?. ¿Qué decida el ego?
Por supuesto que forma parte del futuro. Y a no tardar mucho.
Ya hablamos de eso en León, ¿no?
Rufo
Claro que servirá... y mas a los pequeños escritores que hacen libros con licencia CC.
Tu imagina que tienes una web que te envia los libros de esos autores... lo lees y quieres una copia en papel ;)
Yo es que siempre he pensado que el futuro de los libros no está en las tiradas cortas, ni en máquinas de reprografía, ni en los sistemas digitales de "e-books": ¡El futuro son los libros en pastillas! Y para los que dispongan de poco tiempo para leer, habrá también libros en supositorios (uno por capítulo: a ver quién es el guapo que se lee entonces "El Quijote" o el "Ulises" o "Rayuela"...). Así, al no tener que sujetar físicamente el libro para leerlo, nos quedarán las manos libres... ¡para jugar con la PSP!
Qué bonito va a ser el futuro...
;) yo sería adicta a los bullet-book o pill-books. Me gusta, una pasti para viajar y realizar las historias que ingenian los escritores... Ummmmmmm. El e-book funcionará en breve y las ediciones en papel serán más curradas y las comprarán los bibliófilos. El Tap para las universidades está bien pero... ¿Cuánta riqueza generará? ¿Les será rentable a los que mandan en este campo? ¿Se pondrán de acuerdo? ¿Habrá demanda?
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