martes, 25 de noviembre de 2008

STORYTELLING



Hace seis días caminaba por la plaza de Alonso Martínez sumergida bajo mis pensamientos y tapándolos con la bufanda de mi bisabuela. Sin verle venir me tropecé con un señor con una maleta gris claro. Y mis carpetas, su agenda y su libro cayeron al suelo, creando un gran caos entre sus papeles y los míos. Los dos, como en los mejores planos preparados de las películas, nos agachamos a recoger lo que suponíamos nuestro. Nos pedíamos constantemente perdón mientras recogíamos un papel por aquí, una nota por allá, una hoja que volaba y que los dos intentábamos coger al vuelo... Así hasta que lo único que quedó en medio de los dos fue un libro de tapas blancas en el que se leía: Storytelling. La máquina de fabricar historias y formatear las mentes. Como él no hacía ademán de cogerlo, aunque yo era consciente de que no era mio, me agaché y lo cogí. El peso era el adecuado para mis escapadas en tren o en avión después de un guión terminado. Así se lo hice saber. El señor de la maleta gris, al que después de unos minutos creí reconocer, me dijo que me lo regalaba. Me vendría bien. Se me notaba en la cara. Me pareció inoportuna su intromisión; mientras mis manos se deslizaban por las tapas suaves del libro y seguían con cautela las letras negras de la portada. De todos modos fingí la mayor de las alegrías al recibir un regalo inesperado. Él tan solo me pidió a cambio que una vez terminara de leerlo le diera mi opinión. Sacó una tarjeta del bolsillo y la metió entre las páginas del libro, a modo de separador.
Lo haré -le dije. Cuando encuentre un hueco en mi apretada agenda.
Él sonrió.
Lo harás pronto -contestó. Dicen que este es uno de esos libros que una vez que se empieza no se quiere soltar.
Volví a mirar el libro.
Es bueno saberlo -sonreí.
Más que en el libro, estaba pensando en cómo corresponder al individuo desconocido que me hacía el regalo y que a la larga terminé dándome cuenta de que cualquier parecido con la realidad no era mera coincidencia, o eso fue lo que supe una vez digerido el texto. A cambio, antes de que se fuera, le regalé un bolígrafo de dos colores: rojo y negro, que él aceptó agradecido. Y me fuí en dirección al metro con mis carpetas y el libro de Storytelling.
En el metro abrí el libro por la página donde estaba la tarjeta del señor de la maleta gris y leí lo siguiente:
"... unos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la prensa internacional se hizo eco de una reunión entre altos responsables del ministerio norteamericano de Defensa y numerosos guionistas y realizadores de Hollywood. Entre ellos, John Milius (el coguionista de Apocalypse Now), Steven E. de Souza (el guionista de Jungla de cristal) y, más sorprendente, Randal Kleiser (el realizador de la comedia musical Grease)... Las conclusiones de este grupo de reflexión nunca han sido hechas públicas, pero la prensa retomó la tesis oficial según la cual esta reunión tenía por objetivo pedir a los guionistas de Hollywood que imaginaran posibles tramas de un futuro ataque terrorista y las las respuestas que se podrían aportar.
... Paradógicamente, es un novelista, Don DeLillo en quien ha recaído la tarea de reconstruir esta ilusión. Como había hecho con la empresa de ficción, ha descrito la sociedad norteamericana como un universo saturado de ficciones, hechizado y quijotesco, en el sentido de que se prefiere la ficción a lo real y donde sus héroes más famosos (Kennedy, Hoover, Nixon, Sinatra, Marilyn, Oswald...) se comportan como personajes de ficción.
... La reunión de los oficiales del Ministerio de Defensa y los guionistas de Hollywood se inscribía en la atmósfera irreal, sobrecargada de ficciones y de intoxicaciones que siguió al atentado del 11 de septiembre de 2001. No tuvo lugar en unos locales del Pentágono, sino en el Institute of Creative Technologies en Los Ángeles. El hombre que tuvo la iniciativa de esta reunión no es otro que Karl Rove, el arquitecto de la "estrategia de Sherezade", el que iba a presidir la reconfiguración del mundo tras el 11 de septiembre, difundir sus ficciones, ocuparse de esos misterios en suspenso y de esas coincidencias que hacen las cosas reales: el hombre de una nueva política transficcional, el storytelling de guerra. Lo que los terroristas habían destruído, los arquitectos d ela estrategia de Sherezade sabrían reconstruirlo proponiendo una contranarración."
Nada más terminar de leerlo decidí escribir al señor de la maleta gris. Su nombre venía en la tarjeta de visita: Christian Salmon, para mi sorpresa el autor del libro. Le escribí a la dirección de correo electrónico la siguiente nota: Gracias, un libro necesario, sorprendente y bien documentado. ¿Usted cree que debería ir a trabajar a Hollywood?
Hoy he encontrado su respuesta en mi bandeja de entradas: No se preocupe, su trabajo no ha hecho más que empezar. Ya no es necesario Hollywood ni los asesores políticos americanos para ficcionar la nueva realidad, aunque ellos tengan un poco más de experiencia. C. S.
Y en mi último e-mail escrito hace tan solo unos minutos, le decía: Gracias por sus consejos. Me iré a Hollywood y crearé mi ficción alternativa fuera de la realidad.
Su respuesta acaba de llegar: ¿Se refiere a la contranarración? De no ser así... Dudo que lo consiga, pero le deseo toda la suerte del mundo. C. S.
Cierro las tapas del libro y miro la contraportada antes de colocarlo en la estantería en la sección de releer: "Uno de los méritos del Storytelling de Christian Salmon es esclarecer el sentido de las historias que nos cuentan y arrojar luz sobre un gran malentendido: nosotros no construimos las historias, o mejor, no somos autores de su sentido: este viene dado y muy acotado para que no lo forcemos ni cambiemos". Miguel Roig, el prologuista de Storytelling en su edición en español y Director Creativo Ejecutivo de Saatchi & Saatchi.
Salmon, Christian. Storytelling. La máquina de fábricar historias y formatear las mentes. Península. 2008.

lunes, 24 de noviembre de 2008

SAKE: LA ARMONÍA ENTRE DOS SABORES

Los sueños que se trasladan a la ficción, la ficción que se convierte en realidad y la realidad que se crea con la ficción… El vapor del sake emana entre la sonrisa que se dibuja en mi cara contemplando la imagen con la que llevo años soñando: unos pechos erguidos, bajo mi sujetador apretado. Estoy radiante. Encantado de sentirme apresado por gomas que aprietan mi pecho tendente al esparcimiento; de haberlo comprado por internet en Rakute; de estar dentro de los top ten compradores; de pasarme dos horas contestando en Mixi a los detractores del invento tan necesario y de haber ido con él a la fiesta privada que organizaba la embajada americana en Roppongi Hills para celebrar la victoria de Obama.
Al principio del acto el embajador me siguió con la mirada hasta que me acerqué a su lado. Me dijo que me veía fantástico. Estoy estupendo. Soy un hombre nuevo -contesté. Me dio dos palmadas en el hombro y me pidió una reunión en privado para el jueves siguiente. Gracias a mí se firmó en enero del 2007 el acuerdo entre Visa y Nokia para pagar con el móvil. Ultimamente la cosa se estaba complicando y había presiones de varias empresas financieras y de telefonía tras el cambio de gobierno en Estados Unidos, y yo esperaba con ganas el momento de los acuerdos para ganarme mi sueldo como el mejor negociador de la ciudad. Él tenía otros compromisos que atender y sonrisas que fingir mientras yo, un héroe de guerra reconocido en exclusivos grupos sociales, tomaba Junmai –sake de arroz puro y de cuyo preparado consigue un balance perfecto entre dulzura y sequedad (amakuchi y karakuchi)- junto con una geisha y una azafata robot que tenía un repertorio limitado. A pesar de todo su tono cadencioso me gustaba. Fue a ellas a las que conté mi sueño secreto: Siempre quise saber qué se siente llevando un sujetador a tu medida. Los de mamá que me había probado de pequeño no me sentaban nada bien. Pero ahora con un pecho prominente, podía sentirme por fin realizado. La geisha, que a su vez contó que ella está cansada de sodomizar a sus clientes, me felicitó por el hallazgo y porque gracias al mismo ella conseguiría hacer felices a unos cuantos. Imagino que al mismo embajador que la miraba obnubilado con ganas de terminar el protocolo. La azafata robot simplemente respondió en un inglés perfecto: Muchas gracias señor. ¿Quiere un poco de sake? Miré mi vaso vacío. Ya no quería más sake, ni más fiesta, ni más palmadas en el hombro. Quería sentirme realizado con mis ataduras, las que yo eligiera, no las de los demás. Me fui a la francesa aprovechando el inicio del discurso del embajador junto a su mujer mientras algunos fotógrafos buscaban la falsa imagen de una realidad, una imagen falsamente agradable. El frío me golpeó con insolencia al salir del calor político. La calle y los coches. El asfalto mojado y brillante. Paré un taxi y me acurruqué en la parte de atrás. El taxista era mayor y parecía aburrido de la vida. Los neones tokiotas llamando la atención de mis ojos dormidos y yo apresado y cómodo dentro de mi sujetador rosa. Tenía ganas de llegar a casa.
Llego con una sonrisa sobrecogedora. Mi mujer es médica y ya hace años que tiene horario nocturno. Yo negocio y bebo sake mientras el espíritu de mi madre se sienta a mi lado y me dice: Hijo, pues mira que te sienta bien ese sujetador. Lo se, madre.
Estoy encantado de saber que no voy a negociar nada. Que dejo el trabajo en manos de otro sin sujetador. Que a partir de hoy me voy a dedicar solo a lo que me gusta. Y que aunque crean que haciendo realidad mis sueños me van a mantener como un esclavo de su sistema, ya acabo de negociar conmigo que no. Que con el pecho oprimido uno ya se vale consigo mismo para ahogarse. Y que mi madre ya se puede ir a dar una vuelta pues ya puedo poner la mesa solo, cocinar, planchar y limpiar con el aspirador. Cuando llegue mi mujer verá la cena encima de la mesa. La casa perfecta. Cenaremos, le ataré las muñecas con mi sujetador y luego, por primera vez en tres años, haremos el amor sobre el tatami.


lunes, 10 de noviembre de 2008

SANKAI JUKU Y USHIO AMAGATSU

Quedo con Chema de la Peña para ver a Sankai Juku. Después de la performance nos cuenta el sensei Ushio Amagatsu, el coreógrafo de Sankai Juku y amigo de mi madre, que el Butoh es una forma contemporánea de danza japonesa que surge como consecuencia de la pérdida de identidad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial. Nace en 1959 con raíces en el expresionismo alemán, el surrealismo y el dadaísmo. Y lo narra con sus ojos brillantes, apasionado por la danza a la que llevan dedicando más de 40 años de su vida.

La imágenes de algunos sobrevivientes del holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, que caminaban desorientados, con sus cuerpos destrozados, los ojos reventados y la piel cayendo a tiras provocaron una reacción de repulsión y asco en la sociedad civil superviviente. De ahí deriva el Butoh, la danza de la la oscuridad, la danza expresiva que denuncia el miedo y el horror.




El en Butoh el cuerpo habla dentro del vacío, la sutilidad y la fuerza despliegan armonía de movimientos creando atmósferas inquietantes. Los sonidos y la música acompañan para profundizar en las emociones soterradas, que afloran y producen goce visual. El cuerpo que es el arma se pinta de blanco para hablar de la desnudez, las extemidades se contorsionan, las facciones expresan muecas de dolor; la pasión es el arte, la expresividad atajada con maestría. Cada bailarín propone su imagen de la belleza dentro de la deformidad. La atmósfera que se crea provoca alarma.

"Los intérpretes de Butoh incluso parece que enfatizan la espalda redonda, el cuello de toro, las piernas arqueadas tan típicos del físico japonés. Además de estas peculiaridades del cuerpo oriental, algunas obras como las de Kazuo Ohno reúnen como aspectos complementarios de la misma entidad una sensibilidad delicada y la fealdas grotesca de la tercera edad" Kazuko Kuniyoshi.




Los dos grandes fundadores del Butoh, Kazuo Ohno (1906) y Tatsumi Hijikata (1928-1986) pensaban que su arte tenía el propósito de recorbrar el cuerpo primigenio "el cuerpo que nos ha sido robado". Hijikata escandalizó con la presentación de su obra Kinjiki (Colores Prohibidos) en 1959 a la comunidad artística nipona mostrando ojos desorbitados, penes metálicos, travestismo y una expresividad corporal atroz nunca vista anteriormente. El culto al feísmo y la denuncia social.



Ohno ha creado un taller e impartido clases durante los últimos año en Japón. Les dice a sus alumnos "si quieren comprender sus propios cuerpos deben aprender a caminar bajo el mar, en el lecho marino. Conviértanse en polvo de polilla. Todas las huellas del universo se encuentran en las alas de una polilla. Yo aprendí Butoh en el viente materno. De hecho, todas las formas de danza provienen de esa misma fuente". Otro de los talleres más populares es el de Sankai Juku, creado por el bailarín y coreógrafo Ushio Amagatsu, que acaban de reprensentar Hibiki (Ecos del más allá) en el Festival de Otoño de Madrid. En su nueva obra presentada de gira por Europa Amagatsu sueña "un paisaje donde los bailarines contienen sus movimientos sin tocarse, reteniendo una luminosa y poética belleza". El minimalismo de la escenografía, el agua, la tierra y la sangre, el sonido terrible y profundo, la melancolía, la vida, el amor, la muerte. Todo está contenido dentro del cuerpo en tensión, todo estalla a los sentidos cuando te dejas llevar por las luces y el movimiento. Es lo que Amagatsu llama "danza de la intuición".







Amagatsu pertenece a la segunda generación de bailarines de Butoh y funda la compañía Sankai Juku en 1975, exclusivamente masculina. En 1980 la compañía fue invitada a Europa, primero a Francia, donde sensei Amagatsu conoce a mi madre, y luego Europa y Latinoamérica donde ella les acompaña. Mientras yo, en esa época y lejos de ellos, bailo butoh en el vientre de mi mamá, ya que por lo visto, según los maestros, es ahí donde se aprende.

martes, 4 de noviembre de 2008

TONTOS Vs VICIOSOS


La televisión sube en tiempos de crisis. El consumo de alcohol, cigarrillos y marihuana baja. Eso es lo que dicen los últimos estudios del comportamiento sociológico. Lo cierto es que crisis de por medio o no, he dejado de fumar y de beber. No me ha quedado más remedio después de tener los huevos de corbata tras un ataque de un virus maligno que me ha alertado sobre la futilidad de la vida. Visto lo visto, lo poco que me quede de existencia, que no sea con resaca y alitosis... ¿Ein?
Veo que los restaurantes caros siguen estando completos y los baratos se vacían. Si no hay partidos de fútbol los bares se quedan desnudos -aquí se da la fabulosa sintonía entre la tontería y el vicio-, con un simple camarero haciendo tiempo para cerrar. Invierno, frío, gripes y crisis son síntomas de que los vicios de costo directo bajen y la caja tonta suba. Pero mi pregunta es: ¿significa esto que nos volveremos todavía más imbéciles, puesto que la mayoría de los contenidos televisivos son infumables, pero a su vez estaremos más sanos? ¿Se puede pasar el gasto que se va a ahorrar en sanidad, a medio plazo, para la compra de buenos contenidos televisivos? ¿Cuánto ganan, cuanto fuman y cuanto beben los compradores de contenidos? ¿Y los espectadores antes, durante y después de tragárselos? Relación directa o no, exceptuando la publicidad política en forma de documental o programa informativo, el resto, los programas y la ficción nacionales suelen ser una especie de café descafeinado con leche entera, duros de digerir y que te permiten dormir con cierta facilidad. Si la televisión sube en tiempos de crisis significa que se invertirá más publicidad para que el espectador consuma más (hace tiempo se prohibió la publicidad de tabaco y la de alcohol donde se muestre a alguien directamente bebiendo). Eso se traduce en mayores ganancias para el medio. Y curiosamente este medio ha decidido bajar los sueldos del proletariado televisivo con la excusa de la crisis. Así que desde la televisión se pretende que la gente consuma más ideas políticas y más productos absurdos que no representen vicio supérfluo ni gasto estatal, y que a su vez los trabajadores del medio no puedan consumir lo mismo que antes y trabajen más horas ¿Alguien entiende algo? Tras este análisis, y a pesar de la posibilidad de la muerte cercana, la mía y la de lo que me rodea, uno se cuestiona si prefiere ser un jodido vicioso, con alitosis incluida, antes que un tonto de mierda, con la cabeza hueca. Aunque a estas alturas, tal y como se plantean las relaciones sociales, ¿acaso importa?
Para amplicar el tema aconsejo el relato El último fumador de YASUTAKA TSUTSUI, dentro del libro de relatos Hombres Salmonela en el Planeta Porno. Atalanta. 2008.

lunes, 3 de noviembre de 2008

FIEBRE DE LOS ENAMORADOS

Ya sabes que el hospital no es un buen sitio para pasar un domingo, aunque te acompañen buenos amigos y terminéis riéndoos por las esquinas, con tu manera carecterística de reirte de todo lo cotidiano, mientras los que esperan su turno os miran mal. A mí tampoco me gusta, no te creas. Pero se que tú, en el fondo, le estás cogiendo cariño a eso de ir a urgencias, pasar allí unas horas, esperar tu turno y que te digan algo así como: "posiblemente tienes la enfermedad del beso".
¿La enfermedad del beso? O sea, que a partir de ahora tienes que pensar en todas aquellas personas que te han besado últimamente, o lo que es peor, las personas a las que tú has besado y posiblemente les hayas transmitido la dichosa fiebre de los enamorados.
- No -te dice la doctora-, tampoco es eso. La mononucleosis o enfermedad del beso no se contagia solo a través de la saliva, puede ser compartiendo una bebida o estando muy cerca de algún portador, o por una transfusión de sangre...
Te tocas el cuello. Dos bultos han convetido tu cuello en el de Terminator, y después de verle en todos los periódicos sonriendo cínicamente junto con McCain, te da que pensar que no parece nada normal. Ni tu cuello ni los suyos. Sientes los ganglios inflamados, dolor de cabeza y de oídos. Si yo tuviera esa enfermedad me cuidaría mucho de acercarme a la gente. La inflamación de los ganglios de todo el cuerpo, del hígado y del bazo -que puede llegar a explotar-, las manchas rojizas por el cuerpo y la fiebre no resultan muy alentadores.
La doctora te dice que no puede hacer un análisis exhaustivo y que debes ir a otro hospital donde te harán análisis de sangre y el test de Epstein Barr, para ver si realmente padeces y portas mononucleosis infecciosa. Cuentas a toda la gente que posiblemente has infectado: a John, a Layla, a Marylin, a Ryu, a Melvin, a Vincent, a Roger, a Lilith, a Robert, a Lucas y alguno que te dejas por el camino. Bien pensado no son tantos pero si ellos a su vez besan a otros tantos la enfermedad del beso se extendería como el sida en África y los bazos se convertirían en minas antipersonas dentro del mismo cuerpo. Menos mal que yo no he sufrido esa maldita fiebre. Menuda gracia...
Cuando llegas al hospital la cabeza te duele más. Tu hipocondria te lleva a pensar que no solo vas a morir en breve, en manos de tu propio bazo, sino que tu amor va a matar a unos cuantos, una especie de estallido en cadena. Y allí, mientras lo imaginas, escuchas gritos de moribudos, ves mujeres en silencio esperando el momento de su adiós, gays quejicas que no paran de dar alaridos porque les duele una pierna, hombres con lumbago porque han llevado a espaldas a sus hijos, niños con dolor de estómago porque se han dado un atracón de gominolas... Allí ves tu sangre entrar en una jeringuilla. Allí esperas a que te den el veredicto mientras piensas todas las salivas que han entrado en tu boca, todas las bocas que han recibido tu saliva: bastantes. Todas las transfusiones de sangre que te han hecho: ninguna.
El médico te dice que has dado negativo. Lo que tienes no se sabe qué es. Y tú te preguntas si es mejor o peor saber que portas o no la fiebre de los enamorados, o saber o no qué es lo que realmente tienes. Sea lo que fuere sabes que has estado siete horas entre médicos y enfermos, escuchando historias y viendo la muerte de cerca, la tuya y la de los demás, sabiendo que ellos, los médicos de urgencias, se pasan los días con pacientes como tú, luchando por dar respuestas y resolver problemas, a veces, sin poder hacerlo.
Yo que tú no besaría a nadie, así, a la ligera. Aunque yo se que a tí te encantan los besos, los de verdad, los que se dan con el corazón y con esos labios que echas menos. Yo que tú dejaría de ir a los hospitales. Así seguro que ninguno de los dos perderíamos el tiempo. Por cierto, un beso de despedida, querido, pero a distancia, que así no nos pegamos nada.

miércoles, 29 de octubre de 2008

NOISE STORY

Abro la puerta. Hay un tipo dentro sentado en medio del cuarto con un cascabel colgando del cuello. Está desnudo, igual que el lugar. Me mira fijamente. Su cascabel suena acompañando al tema de Fuck Buttons, Sweet Love For Planet Earth.



El gato de Lisa se cuela por la puerta y se acerca al hombre. Le lame los pelos de las piernas sugiriendo movimientos que acompañan la música. El hombre se ríe. Siente placer, perdido en el nuevo mundo que se le brinda. Acaricia al gato. Entorno la puerta y camino por el pasillo. Todavía escucho la música y el cascabel cuando el cartero llega silbando. Me da una carta con remite de Joe The Plummer.
- No conozco a Joe.
- Es para tí.
- No conozco a Joe.
El cartero se aleja con su silbido por el corredor y me deja ahí en medio, sin saber qué hacer con la carta de Joe. Boom, boom, boom. Observo el sobre. Portishead. Bang, bang. Viene a mi nombre: Ryu Nakayama. No estoy tan seguro de ser Ryu pero en el sello de mi anillo es lo que pone. El cascabel, Fuck Buttons, noise, electro imagination, dimension, resurectionBoom, boom, boom. Abro el sobre y leo la nota que viene dentro.
- Dale de comer al gato y viste a Obama, mi amigo del cascabel.
¿Obama? Llamo a la puerta de Lisa y sale con una copa de vino, riéndose, enseñándome su dentadura torcida. Sex Automata, de Ex Models tapa el sonido de Fuck Buttons.




- Ryu, ¿quieres divertirte con mis amigas?
Sex Automata, sex automata, sex automata…
- No. Quiero saber las medidas de Obama. Tengo que comprar ropa y vestirle, pero había pensado que podías hacerlo tú. A cambio cuidaré a tu gato.
- No es mi gato. Es de Joe. Respecto a Obama, será mejor que te olvides de él. No merece la pena.
- Pero Joe The Plummer ha dicho…
- Joe siempre dice, pero no hace nada. Olvídate de él, y de su gato, y de su amigo.
De la puerta contigua sale el gato de Joe con el cascabel en el cuello. Camina lentamente dejando que el sonido me invada. Nos observa desganado y se aleja dando saltitos. Detrás sale Obama, desnudo, sin cascabel. Lisa se empieza a reír. Se acerca a él y le besa.
- Me gusta más desnudo, Ryu. Será mejor que no hagas nada por él.
Sex Automata...
- Pero Joe ha dicho…
- Joe? Who the f**k is Joe? Nadie conoce a Joe. Toma tus propias decisiones y no te creas los cuentos de los demás. Joe no es más que un personaje que sirve para hacer campaña política. Fíjate en Obama, está más guapo desnudo.
- Pero Joe ha dicho…
- Ryu, eres un pesado. No tienes personalidad. Vete a la mierda.
Lisa coge de la mano a Obama y tira de él. Le mete en su casa. Las chicas de la fiesta gritan admiradas. La puerta se cierra. Todo se queda en silencio por un momento. Yo me quedo ahí, sin saber muy bien qué hacer, qué puerta abrir, hacia donde dirigirme. La carta de Joe The Plummer sigue en mi mano. Vuelvo a leer la nota. Solo que ahora hay algo muy diferente escrito con letra de niño pequeño y tinta negra:
- No te olvides de comprar We Were Dead Before the Ship Even Sank de Modest Mouse.
Viene a mi cabeza Dashboard. “Well, it would´ve been, could´ve been worse than you would ever know. Oh, the dashboard melted, but we still have the radio. Oh, it should´ve been, could´ve been worse than you would ever know. Well, you told me about nowhere. Well, it sounds like someplace I´d like to go…” Fuera el silencio, dentro palabras, palabras, palabras.



Entro en la tercera puerta, en mi casa, un portátil en el suelo sobre una alfombra blanca. Al lado mi ipod negro. Paredes blancas. The Mark on the Wall de Virginia Woolf, boca arriba, abierto por una página. Leo en silencio: “I wish I could hit upon a pleasant track of thought, a track indirectly reflecting credit upon myself, for those are the pleasantest thoughts, and very frequent even in the minds of modest mouse-coloured people, who believer genuinely that they dislike to hear their own praises”. Sigo tarareando la canción de Modest Mouse. Me pongo los auriculares del ipod. Suena Dashboard: See it wasn’t quite as bad as. Oh, it would´ve been, could´ve been worse than you would ever know”. Joe Plummer, el percusionista de Modest Mouse deja de tocar. Me levanto y tiro la carta a la papelera plateada. La tapa cae inundando de un sonido metálico mi espacio.

martes, 28 de octubre de 2008

ED´S GUIDES (SEX & METAL)



LIBROS PARA LEER I




SINOPSIS:
Una pareja abandona la ciudad para rehacer su vida en una casa construida a espaldas de un viejo bosque. Apenas instalados en ella, la mujer es asaltada en un sueño por la imagen de una invasión de ardillas. Intentan tomar la casa. En el sueño, Bambú, el perro de la pareja, las enfrenta y se pierde tras ellas en la espesura. Al día siguiente Bambú ha desaparecido. Desde ese momento, en las pesadillas de la mujer los roedores seguirán acechando la casa con creciente violencia en cada ocasión, como una horda de inquietantes emisarios del bosque.
Así comienza
Como una historia de terror, el relato que da título al último libro de Jon Bilbao. Una colección de cuentos en los que los personajes, en permanente huida, tratan de zafarse de unos monstruos que tal vez sean ellos mismos. Con una prosa transparente y precisa y un impecable pulso narrativo, Jon Bilbao nos asoma a las amenazas que a menudo esconde lo cotidiano.

viernes, 24 de octubre de 2008

PANTALLAS LUMINOSAS

Vas a un concierto de un tipo que desde que inició su carrera musical tenía a las groupies esperando a la puerta de su camerino. Su bajista salía a elegir la carnaza que esperaba, contenta y caliente, de ser un cuerpo de una noche para unos que sudan en el escenario, salen en las revistas y se cuecen para celebrar el final del paripé. Aunque para ellos el paripé sigue en versión me follo lo que quiero. La nenas me esperan, tengo cientos y más deseando mi cuerpo, el que robé a Jim Morrison y con el que profetizo en las tierras de habla hispana. Una puesta en escena sencilla pero animada, rojos y ocres, negros y plateados. La luz. La luz se hace en el escenario. A las groupies se le mojan la bragas y a las ya casadas, las que lo fueron hace años, se les pone una sonrisa de papel en la cara mientras aprietan la mano del ya marido como diciendo:
- ¿Te acuerdas de cuándo hacíamos el amor en el coche y le escuchábamos?
Y el marido ni contesta. Es posible que ese tipo de voz codiciosa y poética, de seductor y mesiánico, casi que impostada y aprehendida durante su trayectoria en los escenarios, se la haya jugado pero bien. Ni lo sabe. Ni le importa. ¿Y si su mujer hubiera hecho el amor con él pensando en el cantante del aura móvil? Qué más le da, dos hijos, un coche, una casa... Y vámonos pronto del concierto que mañana se labora. Por suerte tú no estás casada, aunque muchos opinen lo contrario.
Ya no tienes 23, aunque en nuestro tiempo la edad no se decide en el pasaporte. No fuiste groupie, ni antes ni ahora. Aunque algunos podrían nombrarte tres situaciones vergonzantes. Pero eso duró lo que dura saber que todo es de cartón piedra, tan falso como los políticos en plena campaña electoral. Ya no vas a un concierto donde el gas de los mecheros se enciende dando calor y apoyo a los músicos. A vista casi de pájaro es un espectáculo luminoso, una lluvia de estrellas para el corazón, un llama de esperanza que no dice más que
- Joder, me estoy quemando el dedo.
Ahora los conciertos son cyber, como tu vida, como tus bragas, como tus excrementos. Los políticos, los ecologistas, los siniestros y los curas. La llama del mechero ya no existe. En su lugar se han implantado cientos de luces azules y blancas, haces luminosos que salen de una pantalla de un móvil, una pantalla de una cámara fotográfica, una pantalla del presente. Esa lluvia de estrellas para el corazón ahora es una nube de luz fría, una luz animada que ilumina el cotarro de la oscuridad de las groupies treintañeras y sus parejas. El espectáculo es siniestro. Parece bonito. No lo es. Más de 70 vídeos, más de 1000 fotos, más de 200 montajes coparán la red hablando de ese concierto. Ese u otros, qué más da. Serán muchos puntos de vista, pero en el fondo, uno solo. La sociedad limitada, creyéndose con el poder de compartir y enseñar, cuando lo único que hacen es inundar de vacío una realidad incompetente para un progreso seguro. ¿Será que tú no eras groupie y tu percepción del mundo está equivocada? ¿Será que ni llama ni pantalla?
Sales del concierto después de hablar con varios: casados y solteros. Y algunos opinan lo mismo que tú. Solo que tú no creas opinión pues no te recreas en la falsa realidad para publicitarla con tu orgullo del pertenecer. Menos mal que no tenías novio con coche, menos mal que no fuiste groupie, menos mal que no das botes en los conciertos sosos, sabes que se te terminarían cayéndo las tetas, luego querrías operarte y luego le mandarías fotos al tipo del concierto, al que te follaste con 17, y le escribirás lo siguiente:
- Tengo 35 años, dos hijos estupendos, un marido que me quiere y me entiende, pero desde que te escuché con 15, no puedo vivir sin tí. He abandonado a mis hijos y a mi marido, he ido a todos tus conciertos, y de tanto bailar en ellos mis pechos se derritieron. Ahora que tengo suficiente plata me los he operado. Me han quedado preciosos, tal y como tú me decías que eran aquella noche que me elegiste entre 12 chicas que esperaban a tu puerta. Me lo dijiste después de tres copas de whisky y dos rayas... Y te aseguro que es la frase más bonita que nadie me ha dicho jamás. Ahora quiero volver a verte pues se que tú te acuerdas de mí.
Menos mal que en su lugar te fuiste a casa a leer Storytelling y Red Colored Elegy.

martes, 21 de octubre de 2008

VINCENT



Leo un síntoma de tristeza en su mirada, esa que acallan los creen entender lo secretos de la existencia. Tiene los ojos verdes, de un esmeralda intenso, y permanece con la vista fija en un punto fuera de la habitación, probablemente en las mismas antípodas de su ser. Es frágil. Lo sabe. Todos se vuelven frágiles con la muerte. Luego sonríe, sin perder ni un atisbo de congoja ni cinismo -curiosa mezcla tratándose de una extranjera que no encuentra el lugar. No pertenece, ni siquiera aunque pague impuestos. Emocionalmente no está aquí. Vaga, por llamarlo de alguna manera, entre asfalto y ladrillo, cristal y latón, plástico y poliuretano, siempre contemplando una imagen fuera de la realidad, lejana e inasible, pero precisamente por eso reiterativa y atroz.

Ella, en secreto, está enamorada de Vincent el samoano. Él, que ni siquiera la conoce, lee una biografía de Malietoa Tanu. Los bombardeos de Apia en 1899 finalizaron con los acuerdos de la división de las islas entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. Vincent se busca en el libro. Su abuelo fue un dirigente del movimiento Mau, que reclamaba la independencia de Samoa. No encuentra su nombre. Su mano fibrosa pasa página del viejo ejemplar. Con el movimiento corta la luz de una bombilla amarillenta. La lámpara de aluminio vibra. El viento bate fuera y mueve la puerta de madera de la choza.

Un cuento en manos de una niña, las que recorren los caminos de la Cenicienta. La carroza. Finalmente su pie desnudo color carne. La niña tiene los ojos de Vincent y en ellos su amiga diminuta salta a la comba y grita.
- Al pasar a barca, me dijo el barquero…
La niña mira al horizonte y deja caer el libro. Se levanta y canta con su amiga.
- Las niñas bonitas no pagan dinero. Yo no soy bonita ni lo quiero ser…
Las dos niñas se ríen.

La mujer sale a calle empedrada. Sus tacones de aguja pisan fuerte hasta que ella posa la mirada en una rata. Es igual que Firmin. La tristeza se sume por las alcantarillas. Dentro del cuerpo huesudo, tapado con un abrigo de paño rojo, encuentra su lugar y se sienta cómodamente a leer. Ella también lee en los ojos de la rata que hasta lo más pequeño tiene sentido. Cogerá ese vuelo y hará ese viaje que le lleve a las Islas del Pacífico. En el avión comerá un menú envasado y leerá dos revistas plagadas de publicidad. La rata se esconde bajo unos escombros. Ella continúa. Hay muchas obras y nunca terminan. La ciudad está inundada de boquetes. La gente camina sometida a sus fortunios y sus economías. Ella contonea sus huesos focalizando la mirada en un anuncio de una agencia de viajes. Samoa, vuelo más hotel desde 1.500 euros. La tristeza se cansa de leer y decide echarse a dormir. Es cuando ella puede pensar con más claridad, cuando aprovecha para volver al mundo en el que vive y aparentar normalidad en la representación social. Definitivamente, piensa, no se le ha perdido nada en Samoa.

La niña ya no está triste. Entre publicidad o juego prefiere lo segundo. Le gusta el sonido de la comba al rozar el suelo, al subir, al descender. Zas, zas, zas.
- tome usted los cuartos y a pasarlo bien.
Su amiga se sienta. Ojea el cuento de la Cenicienta. La niña desaparece dentro de su juego. La comba en movimiento. El lugar, vacío.

Vincent pasea por la playa con las palmeras acariciándole los músculos tatuados. Se estremece al contacto con la brisa como un querubín que se acaricia con sus alas. Se sube a una roca y mira al mar con los brazos abiertos. Grita, reta al viento. Sus sentidos encuentran su lugar. Sabe que no quiere salir de Fiji. Sabe que seguirá los pasos de su abuelo. Sabe que no quiere conocer a la niña que lleva sus ojos.




lunes, 13 de octubre de 2008

TAP


¿El futuro del libro está en el TAP "Tirada A Pedido"? Apareció en el mercado en el 2004 de la mano del editor Jason Epstein: un dispositivo conocido como Espresso Book Machine, una impresora del tamaño de una fotocopiadora y capaz de imprimir y encuadernar un libro a bajo coste. Hoy ya hay varias editoriales por internet que utilizan este sistema, además de unas cuantas universidades de todo el mundo que han digitalizado sus títulos.
La impresora Espresso Book Machine, que tiene 3 metros de largo y 1,5 de profundidad, es capaz de imprimir, cortar y encuadernar libros en rústica con cubierta en 4 colores, a una velocidad de 40 páginas por minuto. En menos de 10 minutos se puede obtener un libro encuadernado con cubierta en cuatro colores, por un precio de 10 $.
Algunos editores creen que el futuro de la edición tiende hacia ese camino, editar pocos ejemplares, libros a la carta. Hoy en día las imprentas tradicionales no lo permiten por sus sistemas de tiradas. Esto, unido a la desaparición poco a poco de las librerías de barrio, nos dejarán en manos de las grandes superficies que ya llevan un tiempo creando sus propias marcas blancas culturales (libros y discos) y sus propios catálogos. Pondrán en el escaparate a sus acólitos y todo lo que esté fuera de ahí dejará de existir. Todavía me resisto a pensar que algún nuevo Kafka morirá sin ser publicado debido a la avaricia y la poca sensibilidad del sistema. Pensemos nuevos métodos que no sean tan draconianos y solo den de comer a unos pocos.

Es necesario que el pensamiento y la creación, cuanto más amplio el abanico mejor, por lo menos, llegue.

viernes, 10 de octubre de 2008

EXPLOSIÓN

Trabajo realizado por Reyes Abades y su equipo.
La película de cuyo nombre no quiero acordarme y rodada en el 2006 todavía no se ha estrenado. ¿Se estrenará algún día? ¿Tanto se gasta en cine para que luego se queden las películas dentro de las latas cogiendo polvo? ¿Cuántas películas bien trabajadas, con buenos equipos detrás y un gran esfuerzo humano no ven la luz por problemas de producción y distribución? ¿Explotará el mercado, por fin, y cambiará la concepción del mundo que nos rodea? ¿Arderá el imperio en llamas y se construirá un mundo mejor sobre sus cenizas?

lunes, 6 de octubre de 2008

AUTOCRÍTICA

Me molesta que los guionistas, generalmente principiantes (otros no tanto), escriban guiones pésimos y los envíen a concursos, festivales y demás lugares donde aceptan, sin muchos más requisitos, su material.
Me molesta por varias razones:
1. Escasez de ideas propias y originales.
2. Perfil de los personajes escaso, plano, casi nulo.
3. Diálogos mediocres y sin idiolecto de estilo. ¿Qué que es eso? Básicamente que te creas al personaje y tenga coherencia con su background y su educación.
4. Tramas poco sólidas y generalmente flojas.
5. Estructuras básicas y manidas, que parten de la idea clásica de la Poética de Aristóteles, acogidas con gran fervor por los Syd Field de turno y demás familia de gurús americanos: Mr. Vogler, Mr. McKee, Lady Seger. Toda la teoría está muy bien, es importante e interesante aplicarla cuando la historia lo requiere. ¿Pero se la leen y la aplican de alguna manera los cachorros guionistas? ¿Realmente quieren llegar lejos, o simplemente contar una historia mediocre a ver si algún ingenuo les compra su producto?
6. Ritmo lento, aburrido, sin medida. El ritmo, obviamente, depende del tipo de historia que se quiera contar y cómo se quiera contar, pero algunos no tienen ni ritmo para bailar.
7. Finales previsibles, falta de sorpresa, falta de consideración hacia el público lector o espectador.
8. Y porque a fin de cuentas, a veces, me toca leerlos. Trato por deferencia intentar leerlos enteros, pero muchas veces es imposible: algunos pretendientes a guionistas ni siquiera conocen las plantillas básicas de guión, no se han leído un solo manual o han asistido a clases de guión. Por favor, es importante la autocrítica. La espera, la paciencia... Un guión con una buena historia puede convertirse con el tiempo en un guión excelente. Hay que dejar reposar las historias, investigar, pensar en ellas, darles su tiempo... Dejarlas madurar. Dejar que los árboles sigan su curso: No gasten papel en basura. No destrocen las espaldas de los mensajeros. No tengan prisa... Y no jodan, por favor. No estamos aquí para perder el tiempo, ni ustedes ni yo. Muchas gracias y buena suerte.

jueves, 18 de septiembre de 2008

FLAUTISMO


Tras una máscara de arcilla, una voz serena silba a las montañas: Flautismo. Esta es la corriente filosófica, política y vital que en parte me gusta, la que me hace sentir despejado y en armonía con la naturaleza. En el Flautismo no existen los impuestos, ni el petróleo, ni el ladrillo... Tiene como el Platonismo, el Nihilismo, el Hedonismo, el Anarquismo, el Comunismo, el Socialismo, el Liberalismo y/o el Fascismo sus grandes contradicciones, pero si algo tiene de particular es que está por encima de todos ellos, no suponiendo más que una simple pincelada de la complejidad de algunos de los anteriores. En el Flautismo prima la felicidad, esa felicidad de la que habla Luis Landero, la del vaciyelmo, un híbrido entre lo bello y lo feo, entre lo maravilloso y lo asqueroso. En conjunto termina ganando el lado positivo, el más que proviene del menos. Menos es más. Esa es la esencia del Flautismo. No necesitamos tanto… Ropa, consumo, televisión, basura, ladrillo, asfalto, polución, estrés, tensión. Es más, no lo queremos. En nuestra filosofía Flauty, vitalista y condescendiente, todos son bienvenidos; no importa la religión, el sexo, el color de piel, lo limpio o sucio que uno sea (aunque se prefiere gente aseada), los centímetros de altura que uno mide, las enfermedades mentales, las opciones de vida. Importa tan solo una conciencia de comunidad: vive y deja vivir. Contempla y deja contemplar. Disfruta y deja disfrutar. No jodas. No molestes. No agredas. No ensucies.


El Flautismo crece con sus perros y casas flautas, ocupaciones de mayor o menor envergadura hechas con las propias manos de uno, diseñadas cada día con materiales reciclados, asentadas sobre bases sólidas de miles de años pobladas por pueblos fenicios, romanos, cristianos, moros, moriscos, ingleses… Se da en muchos rincones del mundo, pero es el en Paraíso donde es ejemplar. En el Paraíso conviven alemanes, andaluces, hippies tranochados, bohemios que detestan el ruido y buscan la paz, lectores de cualquier incunable que caiga en sus manos, amantes de la verdadera naturaleza, creadores, pintores, constructores, agricultores, panaderos, djs, fumadores… Se fuma mucho en el Paraíso después de que Adán y Eva se dejaran llevar por los animales rastreros y ya no fueran tan simpáticos a los ojos de dios. Pero es una manera de ocio menos dañina que el acoso laboral, el robo descarado, la envidia o la avaricia. Los flautistas que viven en el Paraíso no solo fuman, también divisan las aguas cristalinas y los barcos de moros que se esconden en el tiempo tras las rocas, en espera de atacar a algún barco español repleto de monedas para los Reyes Católicos. En esta corriente y actitud no se participa en actos vandálicos. Solo en actos solidarios. Si un barco vara en la orilla entonces los habitantes del Paraíso, donde la desnudez es síntoma de sanidad vital, corren a ayudar al capitán. No cesan en el empeño hasta que no lo consiguen.



Pero como en todas las corrientes políticas y filosóficas no todos los que conforman el grupo actúan con excelente integridad. Unos pocos dejan que desear. Aunque bien sabemos que eso poco importa si esa falta de excelencia no se traduce más que en dejadez. Se trabaja por el bien de la comunidad y no se caben los actos vandálicos. Se vive el día a día con verdadera fruición y contemplación de la naturaleza. Pocos lugares como estos existen, donde el capitalismo casi no haya hecho mella, es más, se le relega al lugar donde tiene que estar: a las cloacas de los cagones de fines de semana. Y ahí si que huele mal.


Creo que sin sentirme de aquí ni de allí, sin ser esto o lo otro, reconozco que aquello regala mayores satisfacciones. El Flautismo, como fórmula de escape de la atrocidad, es casi perfecto para creer de nuevo en el concepto de comunidad sin aberraciones, comunidad sin negación de uno mismo, comunidad intregradora y no desintegradora. En resumen, el Flautismo viene a decir: la naturaleza ofrece bienes a cambio de respeto. Y respetando la naturaleza nos estamos respetando a nosotros mismos, ya que nosotros, en conjunto, no somos más que parte de ella.

miércoles, 27 de agosto de 2008

MAGIC GANESA



Veo a Ganesa con sus cuatro brazos, su gran barriga y su cabeza de elefante. Es el dios de la sabiduría, las letras y los caminos. Mueve la trompa suavemente desde las ramas del álamo del que surge como un secreto de la naturaleza. Vive en todos los lugares, como dios que es. Los dioses es lo que tienen... Omnipresencia energética que emerge cuando el estadio extrasensorial se conecta con ella. ¿Verán los animales a Ganesa cuando su química alterada se lo permita? ¿O pueden verle en cualquier momento y lugar? ¿Tienen los animales dioses y creencias en sus mundos opacos a nuestro conocimiento? ¿Será entonces Ganesa la que me ve a mí? ¿O será la psilocibina la que creó a los dioses, entre ellos a Ganesa, hijo del dios Shivá y la diosa Párvati, ese al que se encomiendan los novios, los emprendedores y los viajeros? Abre tu mente. La magia existe. La magia es química. La química es creación. La creación es conciencia. La conciencia es el arte de estar vivo y dar lo mejor de tí mismo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

LIBROS PARA LEER

Libros prácticos, interesantes y divertidos que han llegado a mis manos este año 2008 y que recomiendo para olvidarse de la temperatura:
1. Onfray, Michel: La fuerza de existir. Anagrama, 2008.
Coincido con Oriso Korda, el escritor que pasa algunas de sus vacaciones en León, y me aconseja este gran libro La fuerza de exitir, manifiesto hedonista -que compro en la librería Paradox. Sigue los pasos del Nietzsche de izquierdas, el que nos gusta y el que es. Se lee rápido y con fluidez.
Onfray es el Zaratustra del siglo XXI, el apóstata del claustro académico que sale a la calle para decirle a hombres y mujeres: la historia del pensamiento que os ha contado es una de tantas posibles (como si no lo supiéramos), y la menos atractiva (obvio), la más represiva y la menos humana, la más conveniente a la serenidad de los poderosos...
2. Ibuse, Masuji: Lluvia negra. Libros del Asteroide, 2007.
Escrito en forma de diario trata sobre la vivencia en primera persona de una familia en Hiroshima desde el 6 hasta el 15 de agosto de 1945; desde el día en que fue lanzada la bomba atómica, con ánimo de destruir a la población civil, hasta la rendición del emperador japonés. Las descripciones del dolor son tremendas, las imágenes fuertes, el olor devastador. El libro, esencial.
Basada en documentos históricos sobre la devastación causada por la bomba atómica y en entrevistas y diarios de víctimas de la masacre, Lluvia negra es la novela japonesa que mejor se ha enfrentado a las consecuencias de la explosión atómica.
3. Schiffrin, André: Una educación política. Península, 2008.
Después de conseguir un close up de la mirada de André Schiffrin con la cámara entiendes que su vida es intensa y por fin independiente. Está seguro de sí mismo, convencido de que se pueden cambiar muchas cosas, pero sabiendo el precio que hay que pagar por ello. Vive entre París y Estados Unidos y es un crack de la edición. Digamos que es un libro para políticos, filósofos, editores, escritores, periodistas, historiadores, sociólogos y todos los que les interese la historia...
Memoria personal y memoria familiar, primeros pasos lectores, educación sentimental y cultural, amistades y viajes, repaso crítico al siglo XX, Una educación política es una obra intensa que describe con precisión política y poética la trayectoria profesional -la lucha por la independencia frente a las grandes corporaciones empresariales, frete al conformismo y el conservadurismo- y personal -la adaptación a EE.UU., sus años de aprendizaje y universidad en Yale y Cambridge, sus relaciones con maestros del pensamiento y la literatura- de uno de los editores más importantes del panorama mundial.
4. Tsutsui, Yasutaka: Hombres salmonela en el planeta porno. Atalanta, 2008.
Libro de relatos surealistas de Yasutaka Tsutsui (novelista, autor teatral, crítico literario, actor y músico). Realmente atrevido, osado, divertido y con gran sentido crítico sobre el mundo absurdo que nos rodea.
En protesta por la falta de libertad de expresión se negó a publicar en su país, convirtiéndose en el primer ciberescritor de Japón al haber sido internet durante una larga temporada el único medio de poder leer sus historia.
5. Savage, Sam: Firmin. Seix Barral, 2007.
No suelo recomendar best sellers (es más, no suelo recomendar casi nada). Firmin de alguna manera lo es, pero eso no le convirte, como a otros, en libro despreciable. Desde la primera página sonríes y vives con Firmin, una pequeña rata adicta a la lectura, su nacimiento y su crecimiento en un mundo de libreros, escritores, perdedores... y sin embargo amantes de todas y cada una de las historias que les dan de comer, otro tipo de alimento... Alimentos que no engordan la carne, sino el cerebro.
Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos.

miércoles, 16 de julio de 2008

PLANETA ECOLÓGICO


Vuelves de otro planeta. Tus padres te contaron cómo era. Existía antes de que te desvirgaran y te inyectaran sociedad capitalista-consumista hasta los tuétanos. Lo tenías olvidado. Olvidas tan fácilmente como aprendes. Todo te sucede a una velocidad aplastante y ese peso se refleja en tu mirada. Vives cada día como el anterior y el siguiente: internet, petróleo, comida envasada, bares de diseño, periódicos vacíos, imágenes adulteradas... Y por fin un día tomas la decisión de meterte en la máquina del espacio y del tiempo y volver al planeta del que te hablaron tus padres: uno que solo vive en los recuerdos y no sabes si es real o te lo has inventado. En ese lugar todo tiene sabor y textura: los tomates, las cebollas, las lechugas, los huevos, la carne, la leche, la brisa, los colores, el agua y la luz. Un sabor auténtico sin conservantes ni colorantes, sin pesticidas ni cámaras frigoríficas, sin abonos artificiales ni empresas empaquetadoras que convierten uno en miles. El mismo lugar donde el coste del sabor es tres veces más barato; no han aplicado la plusvalía de los miles de intermediarios que manipulan los alimentos en la cadena de producción del planeta enfermo. Llegaste al planeta ecológico y entendiste todo lo que tus padres querían contarte. Te dijeron que esto sucedió hace poco tiempo, pero el consumismo atroz ha obligado a esconder esa verdad del hombre que cultiva su propio sustento. Todos, incluso ellos, lo han olvidado. Tu cuerpo se acostumbra fácilmente a lo poco que puede acceder (ya es algo). Tus papilas gustativas se degeneran y ya no interpretan. Pero cuando degustan una verdad, entonces todo lo que has vivido te parece una quimera. Ese planeta que existe en pequeños lugares de difícil acceso está vetado a la mayoría. Muy pronto una minoría ecológica heredará el bienestar y la salud de un cuerpo sin fisuras, sin alergias y sin tóxicos que lo contaminen. Será una minoría perseguida (lo es; no resulta rentable al sistema). Cuando crezcan tus hijos les llevarás a ese planeta. Les enseñarás a saborear la vida que nace de las entrañas de la tierra y que elaboran manos cándidas en las horas de tranquilidad, siguiendo el curso de la naturaleza. Cuando eso suceda tú ya estarás padeciendo todas las enfermedades que te causará la alimentación de tu mundo de la química. De tus padecimientos vivirán todos los manipuladores que destruyen tu pábulo. Y un día, cansada de todo, volverás al planeta ecológico sin pelo y sin dientes, pero llegarás para enseñar a tus hijos lo que te enseñaron tus padres, aunque tus órganos vitales estén envenenados y tus huesos se desplomen por el camino. Lo harás para que ese planeta original no caiga en el olvido, para que no digan las malas lenguas que nunca existió y para compartir la verdad con los que quieres.

lunes, 30 de junio de 2008

LUIS ARAGONÉS

La noche empieza pero promete ser larga. El equipo español de futbol gana la Eurocopa 2008. La gente toma las carreteras, las calles, las fuentes, las banderas. La bebida, la basura y los olores de la orina también protagonizan la noche de la victoria, la noche donde el agua de las principales plazas del foro refresca los cuerpos más atrevidos, la noche donde la gente desfallece o se deja la vida, embebida por un deseo cumplido. Las ambulancias tienen trabajo, las gargantas se secan, el cansancio de esperar un autobús nocturno para llevar a los aficionados a sus casas a las afueras de Madrid se reconoce en un éxito de pocos que afecta a muchos. La noche no termina y se junta con el día. Madrid se llena de multitudes que acompañan a sus hombres de fibra por la Castellana hasta llegar a la Plaza de Colón. Se escuchan los cánticos de Reina secundados por los coros que no se quieren perder la ocasión: Del barco de Luis no nos moverán. Todas las cadenas de televisión retransmiten imágenes de los protagonistas del día: La 4; Tele 5; TVE, CNN, todas las televisiones europeas... La publicidad de una victoria redonda. Nos encontramos con la España cañí, la que es y quiere ser. Futbol, alegría y banderas. Dos colores: rojo y amarillo para celebrar la Copa de Europa. Manolo Escobar aparece on stage y las miles de personas se concentran alrededor de la Plaza de Colón y cantan España es la mejor. Los jugadores millonarios celebran con la aficción su victoria, la victoria de una España afectada por la crisis económica internacional. Una amiga apunta a que dentro de nueve meses nacerán en España muchos niños, hijos de la alegría de la victoria. Se llamarán Fernando, Iker, Santi, Daniel, Carles, David, Joan, Cesc, Andrés, Sergio, Xavi, Mario... Serán hijos de ecuatorinos, colombianos, rumanos, peruanos, chinos y serán españoles. Hablarán español con acento argentino, portugués, catalán, andaluz... Porque la España de ahora es un lugar donde todo cabe. No hay estrecheces para la multiculturalidad española en los deportes, las hay para la disputa política. Si hay un solo hombre que cree en la España deportiva de hoy, un solo hombre que se entrega, un hombre que se emociona, es Luis Aragonés. La emoción la siente tan dentro que no hay precio posible para pagar la sensación del triunfar y ser reconocido. Si hay un solo gesto por el que ha merecido la pena es por sentir con él esa emoción de un buen trabajo concluído. Ganar o no ganar, esa es la cuestión. No me reconozco en todo ello. Pero también soy parte. Estando, sin estar.

domingo, 29 de junio de 2008

MÁQUINAS Y ALMAS

Theo Jansen, Reina Sofía.

Arte y ciencia. Tecnología, belleza, emoción. Un robot compacto. Los reflejos del alma de tu figura desdoblándose en un piezas de metal haciendo movimientos lineales y circulares. Las proyecciones psicodélicas de Friedlander sobre figuras que rotan sobre su eje y emocionan con sus colores y sus movimientos. El robot con uñas de David Byrne y David Hanson que canta y copia los movimientos de cabeza de un humano. Lo digital reconstruye lo analógico. Las máquinas ya casi tienen sentimientos.



Theo Jansen. Reina Sofía.

Los AIBO hablan. Aprenden como niños pequeños. ASIMO camina, corre y te ayuda. Entiende órdenes básicas. MURATA BOY recorre cientos de kilómetros sobre una bicicleta. Los robots bailan, cantan, genuflexionan con extremada destreza, saludan, provocan, aturden y fascinan. Son los nuevos juguetes de los poderosos. La nueva forma de sorprender y de concienciar de que mientras unos se mueren de hambre otros cuestionan la humanidad con ingeniería y todas la nuevas tecnologías al alcance de la mano. Puede que pronto seamos los esclavos de nuestras máquinas, ya casi lo somos, pero mientras esto sucede y no, disfrutemos.


Computers do no think; they copy our thoughts. Without humanity, everything else lacks meaning.

máquinas&almas se expone en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid, hasta el 13 de octubre. Este es el principio del viaje:

The most beautiful thing we can experience is the mysterious. It is the source of all true art and true science. Albert Einstein.
Estos los artistas invitados para guiarte en el camino:

David Byrne y David Hanson; Daniel Canogar; Evru; Paul Friedlander; Theo Jansen, Sachiko Kodama; Rafael Lozano-Hemmer; John Maeda, Chico Mcmurtie/Anamorphic Robots Works; Daniel Rozin; Ben Rubin y Mark Hansen.

sábado, 28 de junio de 2008

YONKILANDIA

Vas despistada, como casi siempre. Entras en una tienda de ropa de moda porque el escaparate muestra prendas verdes. Llevas tiempo buscando algo verde. El verde te recuerda la primavera, el cesped mojado, el color del bambú. Entras. Hoy vas de pija, aunque podrías ir de hippy, de moderna, de guay, de hortera, de clásica, de grunge o de cosplayer. Podrías incluso ir desnuda, con este calor se entendería, aunque si vestida las miradas te desvisten, yendo desnuda solo podrían robarte el alma.
En la tienda eliges ropa verde: camisetas, faldas, vestidos, pantalones. Entras en el vestuario y tiras en el suelo el bolso, el sombrero, las gafas, el ipod, el teléfono... La cortina roja del vestuario no llega hasta abajo. La abres y la cierras varias veces para verte en el espejo que te mira. Mientras un tipo ojea prendas que no son de temporada. Sospechoso ¿verdad? Le observas con tu despiste habitual. Y ves sus ojos huecos, vacíos. No expresan nada. Sabes que sus intenciones no son buenas. O son buenas para él, en su miseria. Pero no para tí. A los segundos te olvidas de él y sigues mirándote en el espejo. Una chica te atiende, es lesbiana y le gustas. Lo sabes porque te ayuda a ponerte unos pantalones y tarda bastante rato en atarte el cinturón. Lo intuyes porque te mira la raja del culo. Luego te dice: estás muy bien, no debes adelgazar, ni engordar, así estás perfecta.
El hombre vacío, entra, sin querer, en tu vestuario. Le taladras con la mirada y con la voz de arpía que te sale cuando algo te huele mal: ahí estoy yo, le dices, y cierras la cortina con brusquedad. Él te pide perdón, aunque casi no le oyes. Entra con varias camisas de manga larga al vestuario. Tú te olvidas de él. Decides lo que quieres, si te convence o no la mercancía, cómo y cuando le vas a dar uso y por qué. Sales del vestuario de pija, tal cual llegabas, con el vestido de flores azules y verdes, tus gafas de Cutler and Gross y tus zapatos de Camper. Llevas el bolso rojo de cuero que el día anterior compraste en una tienda de segunda mano de la calle Pez. Y sales convencida de que la depresión, el malestar, y la injusticia, se olvidan, momentáneamente, comprando, consumiendo, dejándote llevar por poseer, tener aquello que no necesitas para nada pero te hace sentir mejor. Llevas una falda, un bolso y una camiseta verdes al mostrador. La chica lesbiana te sigue. Te gusta ella, pero no te gustan las mujeres. Ella no es guapa, no es alta, ni es delgada. Ella te recuerda a la muñecas con las que jugabas de pequeña. La vas a pagar, incluso vas a comprar algo que no te convence por ella, por sus piropos, pero entonces abres tu bolso y descubres que no tienes la cartera.
Reconstruyes el pasado a retazos. Lo ves claro. El puto yonki te ha robado la cartera. Lo dices en alto, ofendida, aunque el vendedor de la tienda diga que no, que el cliente anterior tenía cara normal. Sabes que trata de proteger el local. Ella sí te da la razón. Les dices que era un hombre vacío, un yonki en horas de trabajo para conseguir plata para su próxima dosis. Sabes que fue él. Lo viste en su mirada. Ya te pasó otras veces, que se agazaparon detrás de las camisas o los pantalones, estaban cerca de tí, y cuando te despistaste un segundo te dieron el palo. Los drogadictos lo hacen a menudo. Esa es su estrategia. Siguen a las pijas, pero tú no te diste cuenta antes de salir de casa que Malasaña y Chueca no son para ir de pija. Lo sabes. No escarmientas. Te enfadas, pataleas, quieres tener una recortada en las manos y meterle cuatro tiros en la sien a ese hijo de puta, un heroinómano alto y vidrioso, plano. Te confías. Te confías de todos y así te va. La dependienta te ayuda a dar de baja tus tarjetas de crédito. La abrazarías con amor, que es lo que te pide sin palabras, pero tienes tal rabia dentro que no puedes. Quieres que al ladrón le pille un coche, o un autobús... Y luego piensas, pobre de él, bastante tiene con su miseria. Poco puedes echar de menos de la cartera: un dni y el tiempo que perderás para hacer otro, unas tarjetas de crédito y el estorbo que te supone pedir otras, una tarjeta de la seguridad social y volver al médico con la denuncia para pedir otra nueva, unos sesenta euros y la ilusión de que te haya tocado la lotería. A tí no, al yonki de mierda que se fundirá la pasta en droga y se pirará al otro barrio más feliz que dios. Eso es lo único que te molesta. En el fondo no es cierto. Te da rabia no haberte protegido, no reconocer en su mirada hueca el juego y la intención, o no poner remedio a lo que tu sexto sentido te decía. Pero no, no quieres pegarle tres tiros. Te da igual. El tío te importa un bledo. Tú te sientes impotente. O tú sabías que no querías comprar esa ropa. Que te daba igual. Que solo querías pasar el tiempo y llamar la atención para que algo te ocurriera. Que en el fondo lo único que puedes pensar de todo lo ocurrido es que la calle es insegura, hay cierta desesperación, y los yonkis son unos rastreros que bien podían pedirte por las buenas la guita. Pero no, robar da más morbo. Cuando sales de la tienda te sientes aliviada. No has comprado nada, te han ayudado a que renueves las tarjetas y el dni, te han robado la ilusión de que te toque una lotería que nunca te toca (qué harías si te tocara, solo pensarlo es un agobio), el bolso te pesa menos y el tiempo te ha dejado de importar como antes. Entonces ¿de qué te quejas?

domingo, 25 de mayo de 2008

E-POLITICA

Encuentro un blog interesante. Diez mandamientos para triunfar en e-política. Es efectivo aplicárselo, aunque no deja de ser más de lo mismo: la publicidad por cualquier medio posible; llegar al máximo número de personas y no cortarse un pelo, aunque a los usuarios nos moleste tanto acoso. Lo bueno de internet es que por lo menos puedes elegir. ¿O no?
1. Conocer bien al target y el escaparate cybernauta.
2. No dejar que nadie se te escape (mail attack).
3. El candidato es lo más importante (en la sociedad narcisista la imagen sí importa: material online, blogs, fotos, bios).
4. Transmitir cercanía y emoción (internet te facilita este mandamiento).
5. Utilizar vídeos (youtube, facebook, veoh, adnstream... el voto de los cybernautas se decide en por la red).
6. Pedir dinero sin complejos (estrategia del "no te cortes" que utilizan los americanos, y les funciona. Abrir cuentas facilitando la colecta por internet).
7. Movilizar a los simpatizantes (los que tienen un ideal luchan por la victoria con su esfuerzo, su tiempo, su sudor y su sangre -a través de la red sólo hay que dedicarle tiempo: click y enter).
8. Copar la red (el candidato debe aparecer en todas las páginas posibles, aparecer en forma de camiseta, taza, muppet -lo que es-, deportista, astronauta... whatever!).
9. Bombardear con sms (sin comentarios).
10. Trabajar en una estrategia digital a medio y largo plazo (darle carnaza al usuario para que no se aburra, como si no hubiera otra cosa en la que entretenerse).
Y funciona. Para eso se crearon los medios de comunicación: primero para conseguir, luego para ¿informar?
Listado de algunos lugares para crear opinión: You Tube, MySpace, Facebook, Linkedin, Flickr, Twitter, E-Press International... Good night and good luck.

lunes, 5 de mayo de 2008

MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN

ARS AMANDI

X

Se vive solamente una vez,
hay que aprender a querer y a vivir
cuando no es tarde aún para creer
propicio el día venidero
menos duro
el adoquín, menos oscura la noche,
incierta la tristeza
a veces bastan
dos páginas de un libro para creer
eterna la eternidad, eternos
tus besos
siempre entre el recuerdo y la esperanza

nunca morirás, nunca moriré despacio
como aquellos días de verano, lejano
parecía eternizarse el balandor
tu cuello
nunca cerrará el día con un no blanco
en el agua
nunca te ahogarás, nunca me dirán
que algún mar haya disuelto un áncora.
XVI
Tiene cara el dolor y apellidos
como tiene Tiro escuadras
y cementerios marinos para averías
del oscuro ciclo de la oferta
y la demanda,
del tiempo de lucrar y el tiempo de matar

y el tiempo de amar
hay que ocultarlo a la verdad, a la mentira,
al oscuro ciclo del progreso
y del regreso

porque en amor el que dice sí y el no
ha deshabitado los jardines y las cloacas
nieva
niebla de un cielo que no existe

y traiciona.

MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN. POESÍA COMPLETA (1963-2003). Memoria y deseo. Ed. Península. 2008.

martes, 15 de abril de 2008

HELLEN KELLER

They took away what should have been my eyes
(But I remembered Milton's Paradise).

They took away what should have been my ears,
(Beethoven came and wiped away my tears).

They took away what should have been my tongue,
(But I had talked with God when I was young).

He would not let them take away my soul -
Possessing that, I still possess the whole.


Hellen Keller (Tucumbia, Alabama 1880-1968).
Escritora, activista y oradora sordociega.

Comienzo una serie en el blog sobre mujeres escritoras, luchadoras, grandes, libres en su literatura y en su imaginación. Mujeres sensibles que creían en ellas mismas y en sus posibilidades, mujeres que vivieron y viven en armonía y en constante lucha creyendo en la posibilidad de mejorar su entorno. Mujeres admiradas y admirables del mundo entero. No incluiré más opiniones al respecto, tan solo una pequeña parte de su obra para que sea el lector el que las busque, si es que así lo desea. A ellas les dedico el poco tiempo que me regalo para otras actividades que no sean el simple trabajo. Arigato gosaimazu
.

domingo, 13 de abril de 2008

MOON WATER



Ser mujer es jodido. Lo es algunos días. Ser femenin@ y disfrutar de la feminidad es un regalo. El agua representa la feminidad, igual que la luna, igual que Bach, igual que una noche de lujuria donde uno puede hacer el amor con el sonido de una flauta tocando

sakura sakura
noyama mo sato mo
miwatasu kagiri
kasumi ka kumo ka
asahi ni niou
sakura sakura
hana zakari
sakura sakura
yayoi no sora wa
miwatasu kagiri
kasumi ka kumo ka
nioi zo izuru
iza ya iza ya
mi ni yukan

La danza te lleva de cabeza a esconderte en esa feminidad, ese útero donde todo es más fácil, donde no sientes el frío ni el calor porque mamá te arropa con su fortaleza.

MOON WATER. Para la cultura china el agua lunar es la metáfora de un proverbio budista "las flores en el espejo y la luna sobre el agua son ilusorias", y de un estado ideal de la práctica del taichi "la energía fluye como el agua, el espíritu brilla como la luna". La compañía Cloud Gate Dance Theatre of Taiwan, formada por 24 bailarines, representó ayer en el Teatro de Madrid, la coreografía dirigida por Lin Hwai-min. En sus representaciones se funde el folclore y la estética asiáticas con el Tai Chi Tao Yin, la meditación, las artes marciales, el ballet, la ópera china y la danza moderna. Moon water auna la belleza y la estética de un movimiento sólido y contenido con los brillos acuáticos, con los negros y los blancos, los reflejos de nuestros otros yoes, con la sensualidad, la quietud, y el ying yang. Habla, como casi todo, del paso del tiempo, sobre la humanidad, sobre la evolución de la feminidad en el mundo para llegar a contemplar la naturaleza en su estado puro. Es una alegoría del amor, una alegoría de una posibilidad entre miles. La noche, por ejemplo, te concede un deseo y entonces la mano pura de Sung Chao-chiun masajea tu pierna dolorida. Entonces sabes que hay casualidades válidas para pensar eso de todos somos uno y uno somos todos pues el uno no existe, o por lo menos no existe como nosotros lo entendemos.

Cuando extienda mis alas de águila, dejaré el Cañón del Colorado y volaré a la luna para bañarme en sus playas. Cuando eso suceda, la danza gobernará el mundo. Y el resto solo será un sueño.

miércoles, 9 de abril de 2008

LA ISLA. KIM KI DUK

3 IRON, BIN JIP, HIERRO 3



It´s hard to tell that the world we live in is either a reality or a dream.

PRESENTACIÓN DE SAGARRA Y HORMIGAS Y HUESOS

De nuevo se presentan las nuevas publicaciones del Taller ACE 2007. Unos meses de retraso, unos meses de imprevistos, unos meses hasta que la editorial Edaf decida poner la novela de David Urgull (SAGARRA) y el libro de microrrelatos de Leandro Herrero, Mateo de Paz y la que suscribe (HORMIGAS Y HUESOS) a la venta. Digamos que no son autores que vendan. Digamos que tienen otras obras menores publicadas. Digamos que como ellos hay miles de autores en España y en el mundo entero, a caballo entre la nada y la posibilidad de algo, dejándose los cuernos para llevar sus manuscritos a nuevas y pequeñas editoriales, de las pocas que dan una oportunidad (por muchos motivos) a los jóvenes y noveles escritores. La media de vida de estas editoriales es entre uno y tres años, cuando el desfase entre los ingresos y gastos se hace insoportable. Las grandes editoriales, si no eres nadie, no dan un duro por tu vida. Los agentes no te quieren. Me pregunto cómo funcionaría todo si fuera al revés: si un buen día los escritores consagrados dijeran que no a los agentes conocidos y a las grandes editoriales. Me lo pregunto pero no obtengo una respuesta adecuada. Simplemente no sería. No estaríamos en este sistema, sino en otro, probablemente desconocido, aunque algunos quieran apropiarselo.

SAGARRA, de David Urgull
Y
HORMIGAS Y HUESOS, de Leandro Herrero, Twiggy Hirota y Mateo de Paz

se presentan el próximo 10 de abril a las 19:30 en la nueva librería ABAC de Madrid, Alcalá, 106, en el lugar de los antiguos cines Benlliure. ABAC pertenenece al grupo Eroski, participada por Abacus. La nueva competencia de la cadena francesa FNAC.

martes, 8 de abril de 2008

UN TAXI, NI LIBRE NI OCUPADO

Busco. Encuentro.

http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado

Me gusta este pensamiento. Ni libre ni ocupado es una buena opción de vida. La practico a diario. Vicky me habla de esta página mientras me da un masaje en la cara. Mueve las manos hábilmente, calcula los huecos de la cara, los huesos, las curvas e incide en el contorno de los ojos, en la papada y en el cuello. Me habla del taxi blog: "...no me interesa que mi taxi se vea: quiero que mi taxi se lea".

jueves, 13 de marzo de 2008

RECONCILIACIÓN

Hace poco me reconcilié con Mario Muchnik. No porque no nos lleváramos bien. Simplemente porque entendí su amor por la literatura. Entró, pequeño, como es, al Taller de la ACE, y salió sonriente y pitando para ver el debate político de la risa. Me gustaron entonces sus manos, esas que han tocado papel, esas que han tocado dinero, esas que han tocado las ideas de los grandes. Entre medias nos habló de sus saltos en el tiempo y en el espacio para desembocar en un "negocio" aparentemente poco rentable. Nos habló de Montesquieu y Maquiavelo, de princesas y duendes encadenados bajo la condena política, de opas y lances, de Víctor Seix, de su muerte, y de Carlos Barral. Nos habló de la otra cara de la moneda, la que viven los editores en ferias, cenas y fiestas de guardar, de ese despacho pequeño que luego crece, de los descubrimientos y las pérdidas. En definitiva: de la misma esencia del vivir. De todo y de nada. Me reconcilio con los editores -hasta no hace mucho les veía como seres a los que bien poco importa la creación y el autor- y me reconcilio, porque como en todo, los hay buenos y malos, mejores y peores, pero sobre todo porque son humanos. Son un simple engranaje más de la maquinaria que tienen anécdotas que contar, que desean ser escuchados con su voz y la susurran de la forma que mejor saben, eligiendo. Siemplemente eso. Eligiendo para el mercado. Eligiendo para ellos mismos.

3.000 libros editados al día ¿no es una exageración? Me reconciliaré con los políticos el día que comprendan que hay que trabajar a largo plazo, invertir en educación y cultura, y pensar en una fórmula para reciclar el papel que se pudre en los sótanos de miles de libros no leídos, cientos de bodrios, y alguna que otra obra de arte, ahí, justificada en gastos, pero muerta de la risa porque no se le puede dar salida... Mientras tanto leo. Ya que el editor sigue luchando, pondré mi parte como lectora.