lunes, 10 de noviembre de 2008

SANKAI JUKU Y USHIO AMAGATSU

Quedo con Chema de la Peña para ver a Sankai Juku. Después de la performance nos cuenta el sensei Ushio Amagatsu, el coreógrafo de Sankai Juku y amigo de mi madre, que el Butoh es una forma contemporánea de danza japonesa que surge como consecuencia de la pérdida de identidad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial. Nace en 1959 con raíces en el expresionismo alemán, el surrealismo y el dadaísmo. Y lo narra con sus ojos brillantes, apasionado por la danza a la que llevan dedicando más de 40 años de su vida.

La imágenes de algunos sobrevivientes del holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki, en 1945, que caminaban desorientados, con sus cuerpos destrozados, los ojos reventados y la piel cayendo a tiras provocaron una reacción de repulsión y asco en la sociedad civil superviviente. De ahí deriva el Butoh, la danza de la la oscuridad, la danza expresiva que denuncia el miedo y el horror.




El en Butoh el cuerpo habla dentro del vacío, la sutilidad y la fuerza despliegan armonía de movimientos creando atmósferas inquietantes. Los sonidos y la música acompañan para profundizar en las emociones soterradas, que afloran y producen goce visual. El cuerpo que es el arma se pinta de blanco para hablar de la desnudez, las extemidades se contorsionan, las facciones expresan muecas de dolor; la pasión es el arte, la expresividad atajada con maestría. Cada bailarín propone su imagen de la belleza dentro de la deformidad. La atmósfera que se crea provoca alarma.

"Los intérpretes de Butoh incluso parece que enfatizan la espalda redonda, el cuello de toro, las piernas arqueadas tan típicos del físico japonés. Además de estas peculiaridades del cuerpo oriental, algunas obras como las de Kazuo Ohno reúnen como aspectos complementarios de la misma entidad una sensibilidad delicada y la fealdas grotesca de la tercera edad" Kazuko Kuniyoshi.




Los dos grandes fundadores del Butoh, Kazuo Ohno (1906) y Tatsumi Hijikata (1928-1986) pensaban que su arte tenía el propósito de recorbrar el cuerpo primigenio "el cuerpo que nos ha sido robado". Hijikata escandalizó con la presentación de su obra Kinjiki (Colores Prohibidos) en 1959 a la comunidad artística nipona mostrando ojos desorbitados, penes metálicos, travestismo y una expresividad corporal atroz nunca vista anteriormente. El culto al feísmo y la denuncia social.



Ohno ha creado un taller e impartido clases durante los últimos año en Japón. Les dice a sus alumnos "si quieren comprender sus propios cuerpos deben aprender a caminar bajo el mar, en el lecho marino. Conviértanse en polvo de polilla. Todas las huellas del universo se encuentran en las alas de una polilla. Yo aprendí Butoh en el viente materno. De hecho, todas las formas de danza provienen de esa misma fuente". Otro de los talleres más populares es el de Sankai Juku, creado por el bailarín y coreógrafo Ushio Amagatsu, que acaban de reprensentar Hibiki (Ecos del más allá) en el Festival de Otoño de Madrid. En su nueva obra presentada de gira por Europa Amagatsu sueña "un paisaje donde los bailarines contienen sus movimientos sin tocarse, reteniendo una luminosa y poética belleza". El minimalismo de la escenografía, el agua, la tierra y la sangre, el sonido terrible y profundo, la melancolía, la vida, el amor, la muerte. Todo está contenido dentro del cuerpo en tensión, todo estalla a los sentidos cuando te dejas llevar por las luces y el movimiento. Es lo que Amagatsu llama "danza de la intuición".







Amagatsu pertenece a la segunda generación de bailarines de Butoh y funda la compañía Sankai Juku en 1975, exclusivamente masculina. En 1980 la compañía fue invitada a Europa, primero a Francia, donde sensei Amagatsu conoce a mi madre, y luego Europa y Latinoamérica donde ella les acompaña. Mientras yo, en esa época y lejos de ellos, bailo butoh en el vientre de mi mamá, ya que por lo visto, según los maestros, es ahí donde se aprende.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida 2win, hay que ver cómo te molan las cosas de estar pallá.
Pero lo contagias muy bien eh.

PD: ¿Era este jueves? Mira que a las 17:00 estoy allá eh.

2Win dijo...

Chi, estas cosas ¡mooooolan! Tienen su aquel, todo lo que nace como reacción y crítica a un sistema o un momento dice muchas cosas de su sociedad... Aunque como siempre tenga que haber dos personas rompedoras mientras los demás critican y se aferran a las viejas tradiciones. Lástima.

Bueno peluche, entonces te veo un ratito el jueves. Tengo mucho lio pero estaré cerca, así que me escapo y te visito a partir de esa hora. ;) Muak.

Let´s save the planet!

Anónimo dijo...

Aunque sea una birra, que hace pelín más ameno luego el lío.

A. (Waiting the planets)

2Win dijo...

Chi, te veo y te doy un abracito. Claro. ;)

Anónimo dijo...

Hubo plantilla eh.

Te quiero igual, pero eso es de chicas malas, así como lo otro, de chicos bobos.

Para la próxima me debes un sake ¿trato? (pero yendo, che)

2Win dijo...

Wapetón, no me olvidé. Era consciente. Ayer me enmarronaron para ir a plató, que está a las afueras de Madrid. Fue un mal día y encima había dormido 5 horas... Dime que otros días te pasas y sino próximo jueves, sake, promise. Y voy. Mil perdones peluche.

Anónimo dijo...

Ya me lo figuré, Twigg. Na, dont worry, pero hecho lo del sake!
Te cuento una cosa curiosa:
Por la mañana me pasó que salí de una papelería, porque tenía que comprar cosas de hacer dibujos (va a ser para el hotel, así que ya los verás cuando tu regreso -ojalá-), buenos papeles y tinta y así en un pueblo de estos y, enfrente, me encontré una tienda que se llamaba como tú. Hice una foto del rótulo con el móvil por si no me ibas a creer y te la tengo que enseñar cuando el sake.
Pero yo voy, pudiendo, cuando me digas, algún día al azar y también los jueves.
Pero tú no preocupated nada eh.
Un abrazote -en mil, anda-, meu pelucha.