domingo, 14 de noviembre de 2010
MAVERICK 88
lunes, 8 de noviembre de 2010
DE ALTA ALCURNIA
lunes, 5 de julio de 2010
TASUKETE/SOCORRO
Les pondré un ejemplo para que se entienda. Hace unos meses me presenté al Premio Revista Eñe de Literatura Móvil, escribiendo varios microrrelatos. Y uno de los más votados la semana 19.04/25.04, el que escribí con gran cariño, fue este que a continuación publico:
TASUKETE Trazaban líneas en la arena con palos de bambú cuando los aviones se acercaron a la costa. Los motores de los B-25 les impedían escuchar el sonido de las olas serenas, un día soleado y triste. Segundos después de los bombardeos el piloto del último avión miró hacia tierra para ver si habían acertado en el blanco. Y allí, entre cuerpos sangrientos de niños de uniforme, quiso leer: TASUKETE!, la palabra que le persiguió el resto de su vida.
Autor: Twiggy Hirota Fecha: 21.04.10 Votos: 182
Hoy, más de un mes y medio después, me envían un mail muy curioso. Agradecen my participación en el concurso y me envían un link para explicarme quién es la persona ganadora y los finalistas. También incluyo el microrreltato de la ganadora porque me gusta:
Tienes las manos pequeñas, le dijo ella, con un deje de decepción en la voz, a su asesino.
Autora: Patricia Esteban Erlés
A continuación adjunto un link de una página sobre Patricia Esteban Erles, a la que que felicito por el premio de 3.000 euros. http://www.escueladeescritores.com/patricia-esteban-erles
Pero lo mejor de todo no es el premio, ni lo que muchos hablamos en talleres literarios sobre determinados premios dados de antemano -menos criticables cuando se trata de dinero privado y no público-, sino lo que sigue, que eso ya sí es ofensivo directamente. El mail dice así: "Para celebrar contigo el éxito del concurso, queremos hacerte una oferta muy especial: ahora puedes suscribirte a Eñe con un descuento del 20%." Perdón, ¿es esto spam o a mí me lo parece?
Conclusión: una soltera, residente en Madrid, que bien podría ser participante del 1,2,3, decide, a falta de la emisión de este programa, escribir varios microrrelatos, algo que le place desde hace algunos años, para el concurso de una revista que lee muy de vez en cuando y tiene por una revista de cierta calidad literaria...
Por supuesto si participa no es para perder, como la mayoría de los concursantes le gustaría ganar. Finalmente no gana. Pero bueno, se da con un canto en los dientes ya que gracias a las nuevas tecnologías y al boca a boca llegar a ser uno de los más votados de la primera semana, algo muy de agradecer a amigos y conocidos y desconocidos que lo han leído y votado, con la cantidad de gente que se ha presentado, es casi un privilegio. La autora, o sea mi otro yo, está contenta del texto que ha escrito, porque es exactamente el que quería escribir y contiene el ritmo y las palabras que deseaba. Y se siente realizada al haberlo compartido con sus amigos, conocidos y desconocidos gracias a una propuesta de alguien para realizar este concurso y la facilidad que nos permiten para determinadas cosas las nuevas tecnologías. Lo que ella piensa es que si le ha dedicado un tiempo muy valioso a realizar algo placentero y compartirlo y a su vez ha servido para que una marca literaria haga su abril y mayo y se de a conocer más entre un perfil de gente al que todavía no llegaba, gracias al sistema de votos, lecturas y búsquedas de los microrrelatos, ya está el contrato no escrito ni verbal claro. Lo que se conoce como el toma y daca. Así que ella solicita a la revista literaria que encima de haber dedicado varias tardes a escribir microrrelatos para ellos (por supuesto esperando ganar), no le vengan ahora vendiendo la publicación, que conoce de sobra, pese al amable descuento ofrecido, no a ella, sino a los cientos de participantes de este concurso, del que solo uno/una, Patricia Esteban Erlés, conocedora del medio y los mediadores, ha ganado los 3.000 euros del premio (insisto, felicidades). Pues bien, eso es lo que es una campaña de marketing viral: un mes y medio anunciándose en diversos lugares literarios para captar a la gente a participar en el concurso, el sistema de votos y lectura apto para que los propios concursantes soliciten a sus amigos la lectura y lo compartan (cadena viral), y finalmente el remate, la estocada, por si no te había quedado claro, de regalo, unos gramitos de SPAM (droga dura donde las haya): no ha ganado nada, nada de nada, bueno sí, ha ganado participar con nosotros, y además, cuando compre nuestra revista a usted por ser exclusivo y simpático, le vamos a hacer un descuento. ¡Qué subidón! Pregunta ¿cuánto les ha costado la campaña de marketing directo? ¿Se la desgraban? ¿Quién se va a tomar unas gambas a la plancha a la salud del complejo y trivial mundo de los concursos literarios? Yo no, desde luego, que estoy pelada. Pero sí, buen provecho que invita la ganadora, y no me envíen más spam, por favor.
Insisto que Eñe es una revista para pasar el rato, y que no tengo nada en contra de ella, sino en la tomadura de pelo del concurso, igual que la tomadura de pelo de millones de cosas que nos llegan a diario por la red, unas que se ven a la legua, otras que cuesta un poco más discernir si tienen tongo o no... Pero vamos, lo que está claro, y cada vez más, es que el branding, la publicidad, la comunicación y el marketing virales, junto con el dichoso e ilegal e irrespetuoso SPAM tratan de colarse por todos nuestros sentidos sin ningún beneficio real a nuestra persona, aunque aparentemente nos ofrezcan el oro y el moro, como un cutis más fino y un crecimiento de pelo para calvos totales en menos de tres días.
Como ya se que de momento no voy a ganar determidados concursos, decidiré si me presento o no a aquellos en los que todavía se puede competir en igualdad de condiciones y leyéndome antes la letra pequeña, puesto que mis mails están abarrotados de "virus publicitarios" para consumir tiempo, dinero y energía. Personas que antes te escribían para venterte un curso o una revista ahora piden donativos para pagar los viajes de sus hijos a realizar actos sociales divinos, y otros te venden el año nuevo, en el que dios, mediante el elixir de la vida, se va a personificar en los creyentes para sus gloria respectiva, y los demás mortales a jorobarse... etc. etc. etc.
A estas alturas poco me queda que decir. ¡Viva el consumo y el moreno de playa! Y cuando gane un concurso literario, ya invitaré yo a las gambas, pese a que el iva en los restaurantes haya subido al 18% y para cuando a mi me toque ganar, esté por las nubes. Tasukete, kudasai.
domingo, 20 de junio de 2010
SHODO TO SUMI E
Mi bisabuelo español era un maestro que tenía una caligrafía de moda en los inicios del siglo XX, una letra de una legibilidad excelsa, redonda y con ciertas florituras en las terminaciones, algo que heredaron algunos de sus hijos y que éstos, a su vez, trataron de transmitirme cuando ya el estilo de la caligrafía cambiaba al ritmo del crecimiento personal y la tecnología. ¡Cómo hacer una caligrafía magnánima cogiendo apuntes a toda velocidad en la Universidad! No parece muy práctico ni fácil. Sin embargo el Shodo sí te obliga a ese tiempo de reflexión, del detalle, del comprender el ideograma en un determinado espacio, de encontrar un equilibrio y reflexión sobre el mismo en el simple trazo. Cuando uno practica Shodo la mente se ocupa en la ejecución de la pincelada, el fluir de la tinta. El olor de la misma penetra por la nariz y se adhiere al cerebro, como si de una adicción más se tratata, y entonces uno desea casi convertirse en tinta, pincel, dejar deslizar la mano, ponerse de pie (mejor que sentado) y expresar a través de la mano rasgos, formas, movimientos...
Y es así como uno, casi sin buscarlo, llega al Sumi e, pintura a tinta china, donde se celebra expresar el espacio, la profundidad de campo, la armonía en la composición de un dibujo relacionado preferentemente con la naturaleza. Supongo que el Sumi e es un paso más avanzado que la caligrafía pues para lograr un buen dibujo también se necesitan conocer muchas más técnicas a la hora de relacionarse con el pincel y la tinta. A medida que me adentre en el maravilloso mundo del Sumi e (ayer hice varios ejercicios de hojas de bambú) imagino que descubriré una relación más comprometida como para poder hablar con soltura de ello. ¡Hasta ver estas obras realizadas en tinta china es un arte en sí mismo!, relaja la vista y exalta las emociones primarias, esas que nos acercan a nuestra naturaleza más remota y gracias a las que somos los que somos y quienes somos. Si hubiera más arte y menos guerra las relaciones humanas ganarían en empatía, calidad e igualdad. Aunque fue también un chino, Sun Zi, el que tuvo la feliz idea de escribir una obra conocida como El arte de la guerra, por la época imagino que lo hizo con tinta y pincel. Llegados a este punto, poco más puedo decir más que disfrutar de la elegancia del arte te permite olvidar el eterno conflicto del ser, aunque solo sea temporal.
viernes, 18 de junio de 2010
SAYONARA, SARAMAGO
Ahora los títulos de Saramago volverán a ocupar los escaparates de las librerías y su señora Pilar mantendrá vivo su nombre: sería todo un detalle si tan solo pudiera orientar la fundación para la formación de jóvenes escritores...
Conocí a Saramago en Barcelona y de él solo me queda el recuerdo físico de un beso y el anímico de sus textos penetrantes. Cuando todo le llegó de repente con el Nobel, entonces tuvo unos años de locura infernal, viajes, conferencias, portadas de periódicos y revistas culturales, hasta que le llevaron a una isla para acabar mirando al mar, apagándose en una época agónica, sin fuerzas para ver más. Seguir la vida de Saramago desde el 22 es entender la atrocidad del nacimiento y el crecimiento del neoliberalismo, pues él ya veía hacía tiempo el lugar al que nos llevaba el bombazo económico-financiero y todas sus consecuencias. Murió plácidamente, dicen, espero que soñando con todo aquello que verdaderamente quería, la juventud, la justicia, la verdad. Poco a poco los Saramagos se van y nos dejan un camino labrado sin semillas para plantar. Me pregunto si al final decidió hablar con el Otro, o simplemente se tiró al mar, de cabeza, y buceó rejuvenenciendo a medida que llegaba a asir las sonrisas de las sirenas. Me gusta preguntarme cosas sin respuesta, mejor así. La mayoría de las respuestas que me dan son mentira.
Para más información sobre Saramago:
http://issuu.com/acescritores/docs/r100optimizado
sábado, 12 de junio de 2010
MI ABUELO
Mi abuelo, pequeño agricultor, había ido de compras a la ciudad cuando tocaba la hora del baño no deseado, limpieza de inmundicias y aseo necesario para poder respirar por sus calles. Nunca hacía caso de los avisos televisados ni radiofónicos: "Por favor, no salgan de sus casas a partir de las 5 de la tarde". Siempre sospechaba que había que hacer lo contrario de lo que proponían los noticias. Él fue uno de los llegó al río prohibido sin pagar billete de ida, con los pantalones roídos por el roce con el suelo, y los condos sangrientos. Sin embargo no sentía dolor. Algunos ciudadanos se quedaban agarrados de las farolas, los bancos, y alguna qué otra rueda de coche, tratando de no caer y perderse en el río del olvido. Incluso otros trataban de ayudar a los que acelerados con el descenso pedían ayuda. Mi abuelo nunca fue de esos. Él descendía en posición de sentado, frenando la fuerza del agua con la suela de las botas de goma, el culo y los codos. No gritaba, tan solo observaba las consecuencias de una lluvia inesperada. Ya no se oían tiros desde las montañas, solo gotas y regueros, gritos y sollozos. Cuando desembocó en el río un cadáver frenó su llegada e hizo de barco para él, ya que mi abuelo nunca aprendió a nadar. Le habían contado, había oído, incluso había visto en fotos..., pero la realidad siempre era más sórdida. Sujeto al cadáver navegaba río abajo junto con otros barqueros de su misma clase social, que se miraban en silencio, hermanándose ante la injusticia de su condición. Y sin embargo todos sabían que poco podían hacer en ese momento, rodeados de cadáveres, desbordados por la corriente opresiva del río, llevados a una velocidad de vértigo, en unas barcas sin frenos, gasolina ni timones. Barcos muertos, agujereados, por los que entraba el agua y eran proclives al hundimiento. Entonces mi abuelo, llevando la contraria hasta la misma corriente, se valió de los huesos de sus brazos, para subirse encima del barco muerto que le llevaba a un lugar desconocido. Cuando lo consiguió trató de agarrar a otro campesino que miraba aterido hacia la muerte, y le empujó con fuerza para que se subiera sobre su muerto. Y así hizo con varios, hasta conseguir un desfile de moda de canoas, con remeros fuertes y apuestos encima. Entonces mi abuelo agarró la mano con fuerza de los dos que tenía a su lado y les pidió que hicieran lo mismo, creando una cadena de remeros, unidos en horizontal, montados sobre sus cadáveres, hasta que los dos de los que estaban en las orillas del río consiguieron asirse a unos troncos de árboles en plena floración. Así, entre todos, crearon una presa, un parapeto, donde desembocaban muertos y vivos y los vivos subían encima de los muertos, caminaban sobre ellos, hasta llegar a las orillas y agarrarse a los árboles que llevaban años mirando el espectáculo en silencio. La lluvia cesaba con gracia. Los muertos hacían su servicio. Los vivos se escapaban de la muerte unidos ante la tragedia, y de ahí, subían calle arriba, de nuevo a la ciudad. Con pancartas hechas con jirones de la ropa de los asesinados por los narcos, protestaban frente al los gobernadores, pidiéndoles solo dos cosas: - construir una ciudad horizontal.
- fundir las balas y las armas para tapiar el río de la muerte y convertirlo en un camino peatonal, para uso y disfrute de todos los ciudadanos. Mi abuelo murió hace cuatro años. El río de la muerte sigue llevando muertos hacia el mar. Y la ciudad se está descomponiendo. Algunos creen que mi abuelo fue un héroe. Yo también lo creo. Estoy aprendiendo a remar.
jueves, 3 de junio de 2010
LA SILLA DE KAZUO OHNO
martes, 18 de mayo de 2010
¿QUIEN PAGA EL PATO?
jueves, 6 de mayo de 2010
CUBIERTOS DE MIERDA
Dice así:
"Querida amiga:
Me alegró mucho verte el otro día en el cine (aunque hubiera preferido habernos encontrado en un bar de copas y habernos puesto hasta el culo de beber, claro que como solo podemos permitirnos dos copas, porque cuestan un ojo de la cara, no creo que hubiéramos llegado a cambiar el mundo o a destrozar el mobiliario urbano, ambas cosas gratamente divertidas cuando uno se siente identificado con el interlocutor). Como te decía el otro día, lástima que tu novio te esperaba en casa con la cena en la mesa y no pudimos seguir, estoy hasta los cojones de todos los chupapollas de este santo país. Sí, claro que soy un privilegiado, como concluímos el otro día. ¿Y sabes por qué? He decidido tirar la tele por la ventana, a lo vídeo I´m back, I´m a rock & roller and I´m still a star, in spite my age... de Miguel Ríos, conocido entre mis colegas de barrio como Mickey Rivers. Así que ya no veo a los patanes e impresentables de políticos que tenemos en este país que todavía no han superado la mierda de sesenta años del clan de los bigotes: Mr. F; Mr. T y Mr. A y que viven a la sombra del árbol que más fruta les da, aunque esté podrida. Son unos avariciosos y unos clasistas. Se pasan los días chupándose las pollas unos a otros y contándonos una sarta de mentiras para que no nos levantemos de nuestro sofá y sigamos viendo el fútbol mientras nuestras mujeres cuentan los céntimos de euro para comprar una barra de pan. Algún que otro día veo vídeos en youtube para reirme del circo y la puesta en escena de estos señores que no tienen ningún problema económico (les deseo sólo la mitad del dolor de espalda que yo sufrí y sigo sufriendo, aunque ellos arreglarán sus poblemas en médicos de Alemania o Estados Unidos). Y sí, indudablemente me río, pero después de la risa me quedo impávido y me entra un sarpullido por todo el cuerpo. Mi madre, que a veces me trae comida para que no me muera de hambre, dice que el sarpullido es por las alergias primaverales, y el que duerma 9 horas diarias, también. Pues no, madrecita, no. Tengo una depresión de caballo y estoy hasta los santos cojones de toda la mierda que me trago al día (y eso que intento escapar de ella). Si paso por la calle y veo algún que otro titular en El País, Público, El Mundo, ABC, Metro, 20 minutos... ya me pongo de mala leche. Y no digamos si me da por hablar con algún que otro señor en la calle cuando me fumo un cigarro para olvidar mis males... Siento, amiga, contarte todo esto así, a bocajarro, y de esta manera, pero el otro día, al encontrarnos, me di cuenta de que podía contar contigo. Podía contarte todo esto y entenderme, como lo hace la mayoría de gente con la que hablo. Llevo tres meses escuchando a desconocidos, conocidos y amigos (cosa que no saben hacer los políticos) y ninguno me ha dado una buena noticia: al que no han echado de su trabajo (que es el 70%), le han diagnosticado una enfermedad o se ha separado de su pareja, le han robado o le han tomado el pelo. Eso sin contar los autónomos, seres intrépidos en este mundo del mercado devastador, que llevan años sin cobrar y buscan dinero de debajo de las piedras para pagar los burofases y los monitorios...
Pero no me voy a extender mucho más. Tú y yo sabemos, que con nuestros 700 euros al mes, que sacamos entre unas cosas y otras, somos unos privilegiados: no tenemos hijos, nuestros alquileres son razonables e incluso han bajado un poco, tenemos tiempo para curar nuestros males, para ver florecer las flores, para ver partidos de fútbol, para leer en papel y para ir al cine a ver las pocas películas que merecen la pena. Tú y yo sabemos que no ganamos mucho, pero que así no nos roban mucho, porque si pagáramos más impuestos, algún hijo de puta a través de sus múltiples intermediarios, se lo habría llevado por la mano a algún paraíso fiscal para darse la vida padre, irse de putas, y pagarse vinos de 400 euros. Tampoco nos preocupa la educación ni el futuro de este país de la picaresca, de la burla y de la mediocridad, donde lo más sensato que uno puede hacer es meterse en las páginas de internet y relacionarse con gente de otros lugares que no sufren tantas enfermedades, estrés, depresiones y que no están tan acojonados por pensar qué va a ser de vida en este país infectado. Y no nos preocupa porque además de no tener hijos, no tenemos espectativas, más que las básicas: comer, dormir y cagar. Mientras tengamos eso resuelto, podemos seguir tirando... Aunque nos hubieran acostumbrado al mundo de la opulencia y el consumismo por pura inercia de un sistema donde todos los poderes están corruptos y rozan la ignorancia ética, social y de convivencia. Gracias a que nosotros nos reimos de su circo y su miseria y que nos da igual, todo ellos siguen agrandando el album de fotos para la posterioridad.
Amiga, un placer. Se que me entiendes, y espero (más pronto que tarde) poder ponernos pronto hasta las cejas de todo: comer de la hostia, beber como si no costara, y meternos mierda hasta reventar para escapar de la miseria.
Y de postre, te voy a enviar un mitin memorable, que salía en esa película en la que también, como por arte de magia y por la conexión energética que existe en nuestra vibración humanoide, también nos encontramos. ¿Te acuerdas? Era Team América: World Police, de 2004, y la decía Gary Johnston, el actor de la barba cutre. Salimos cantando del cine: Aids, aids, aids, aids.... Aids, aids ¡aids! Gary Johnston recuerda la frase de su mentor en el clímax de la película: We're dicks! We're reckless, arrogant, stupid dicks. And the Film Actors Guild are pussies. And Kim Jong Il is an asshole. Pussies don't like dicks, because pussies get fucked by dicks. But dicks also fuck assholes: assholes that just want to shit on everything. Pussies may think they can deal with assholes their way. But the only thing that can fuck an asshole is a dick, with some balls. The problem with dicks is: they fuck too much or fuck when it isn't appropriate - and it takes a pussy to show them that. But sometimes, pussies can be so full of shit that they become assholes themselves... because pussies are an inch and half away from ass holes. I don't know much about this crazy, crazy world, but I do know this: If you don't let us fuck this asshole, we're going to have our dicks and pussies all covered in shit!
Y esto, en resumen es lo que pasa aquí: que estamos cubiertos de mierda gracias a la ignorancia porque somos incapaces de follarnos a los gilipollas. Espero que la próxima película en la que coincidamos, que no sea un 3D de pega, podamos sacar alguna qué otra conclusión... Pues parece que los que sustentan el sistema desde sus despachos, están tan enredadados en mantenerse a flote, que son incapaces de ver más allá de lo que les cuentan sus patéticos asesores y todos los pelotas de mierda que dependen de ellos directa e indirectamente, que son muchos. Hasta pronto, amiga. Y cuida esa espalda, que espalda no hay más que una, y el hospital está llena de locos y de enfermos, tantos que hay cola de espera, como en el inem, en los comedores sociales y en los bares que ponen los partidos de fútbol codificados con una pantalla de leds de 56 pulgadas.
Por cierto, quería, ya para terminar, proponerte un trabajillo..."
El email de mi viejo amigo sigue, pero la propuesta que me hace es tan sui géneris que prefiero procesarla antes que exponerla. Una vez que la digiera la colgaré en el blog para preguntaros qué opinión os merece. Pero antes debo consultarla con la almohada de espuma con la que convivo hace casi 20 años. Yo le deseo a mi viejo amigo todo lo mejor, igual que a todos los que fácilmente se pueden/nos podemos (me incluyo) identificar con él. Estoy segura de esto solo es el principio de una buena amistad.
lunes, 12 de abril de 2010
LA REALIDAD QUE NO EXISTE
viernes, 2 de abril de 2010
RAINY DAY IN NYC
I saw death umbrellas sleeping on the road. It was 7 in the morning when we returned home after a long night. I was taking pictures and walking in circles, thinking about how could it be to become a man. I mean, if we´ve spent 2 hours in a Mexican restaurant, with Mexican food, Mexican workers and Mexican transvestites, if I am not Mexican, not worker, not transvestite, I am just a woman... How could be my life if I decide to be them: worker, Mexican and transvestite. But for some reason this was the last think I thought.
So then the image of me being someone different, maybe changing my sex (because my hair, or the colour of my eyes is so easy to do) became a reality. Is not that I wanted to be a man, no way. It is just that I was tired of myself, my thoughts, my words, my memories, my face. I remembered Kobo Abe and the character of his novel Tanin no kao trying to build his face... I thought I wanted to destroy it. Like the ill umbrelas in the city, after a windy rainy day, transformed, barely naked in their iron armor, canvas broken, lost handle.
The image is sad, I know, but I could join the same thought of a Mexican worker transvestite with a dying motherless child umbrella. If you ask me why is because that night we spent together was like a lovely thundercloud in which we decided separate forever. Maybe that´s why I wanted to be someone else, totally different. Was I afraid?
jueves, 25 de marzo de 2010
SALVOCONDUCTO
Pues bien, gracias a ese venturoso gesto, yo no podía entrar en los bares puesto que la ley americana obliga a identificarse (aunque un chico me dijo que a él nunca se lo pedían puesto que era obvio que parecía mayor de 21), no podía salir del país y no podía hacer prácticamente nada excepto pagar con una tarjeta de crédito, en caso de haberla tenido (en América no tienes que identificarte para pagar). Ambos cosas me traían de cabeza: ¿Cómo es posible que la ley te obligue a identificarte para entrar en un local y no te obligue a identificarte para pagar?
Hacía meses había tenido esta discusión con un amigo: A él le ofendía sobremanera que le pidieran identificarse para pagar (no lo hacen en casi ningún lugar de Europa, excepto España –me consta). A mí, que me era indiferente, ahora más que nunca me resultaba desagradable. Si eres quien dices ser ¿por qué ha de enojarte el que te pidan una identificación?
lunes, 1 de marzo de 2010
PODREDUMBRE
Me pregunto si el cuerpo tiende a la resistencia. Si el esqueleto es lo suficientemente fuerte como para mantenerse en pie. Si los músculos que generan las sonrisas serán siempre igual de elásticos. Si las contracturas, los contrahechos y los dolientes tienen cabida en el mercado. Si sirven para algún menester a este gran imperio del dinero y la estética. O si más bien sirven para esconderlos donde nadie los vea, puesto que no son útiles ni atractivos, y todo aquello que no es útil ni agradable de ver tiende a ser escondido en un cajón, hasta que en el momento de limpieza uno decide, por fin, tirarlo. Si como auguran ya a finales del siglo XIX, nos hubiéramos convertido en robots, probablemente no pasaría absolutamente nada, pues como máquinas se nos supondría sin sentimientos. Pero el hombre, que trata de hacer todo a su imagen, semejanza, disposición y medida, les ha puesto sentimientos a los robots, a los personajes de las películas de animación, a su propio ordenador... Así que hoy en día es más fácil que uno llore y sufra por la muerte de su mascota, un perro robot que solo sabe ladrar con pilas, que por ver unas imágenes de fotos sobre lisiados de guerra. Total, para qué sirven sin no están completos. Eso es lo que se diría un niño que no comprende. Y eso es lo que se dicen ahora los adultos, constamente, que no quieren ni plantearse el entendimiento. Claro, siempre hay excepciones.