jueves, 14 de diciembre de 2006

CONFIDENCIAS DE YUKIO MISHIMA

Una reflexión en boca de El Jefe, el amigo de Noboru, protagonista junto con Fusako, su
madre, de esta historia colmada de poesía y destreza: El marino que perdió la gracia del mar. De una profundidad abrumadora, de una realidad sórdida. Mishima regala esencias metafísicas en sus párrafos; es un maestro del punto de vista en el relato.


"Los padres son el mal mismo; representan todo lo feo que hay en el hombre.
No existe nada parecido a un padre bueno, pues el papel de padre es malo en sí mismo. Padres estrictos, padres blandos, padres agradables y moderados... son todos a cual peor. Se plantan en medio de nuestro camino hacia el progreso, tratan de cargarnos con sus complejos de inferioridad, con sus aspiraciones insatisfechas, con sus resentimientos, con sus ideales, con las debilidades inconfesas, con sus pecados, con sus sueños más dulces que la miel, con las máximas que no han tenido el coraje de seguir... Les gustaría descargar en nosotros toda esa porquería. ¡Toda! Ni siquiera son diferentes los padres más negligentes, como los míos. Les remuerde la conciencia por no haber hecho el menor caso a sus hijos, y quieren que los chicos entiendan cuan intenso es su dolor. ¡Quieren compenetrarse con ellos!
En Año Nuevo fuimos a Arashi Yama, en Kyoto, y cuando estábamos cruzando el puente de las Lunas le pregunté al viejo: "Papá ¿existe alguna finalidad en la vida?" Ya veis adonde quería ir a parar, ¿no?; lo que en realidad quería decir era: Padre, ¿puedes darme siquiera una razón para seguir viviendo? ¿No sería mejor desaparecer cuanto antes? Pero una insinuación de primer orden nunca logra llegar a un hombre así. Se limitó a mirarme sorprendido y con ojos de loco. Odio ese tipo de ridícula sorpresa adulta. Y cuando respondió por fin, ¿qué creéis que me dijo?: "Nadie va a proporcionarte una finalidad en la vida; tienes que encontrar una por ti mismo".
¿Que os parece esa moral estúpida y trillada? Se limitó a apretar un botón y ¡ahí tenéis!; con una sola frase se quitó de encima toda la responsabilidad de un buen padre".

Un silencio para la reflexión sobre la figura de los padres...

Yukio Mishima. El marino que perdió la gracia del mar. Título original: Gogo no Eiko. Alianza, 2006

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, ayer por la noche antes de dormir me acordé lo que había leido en tu blog. Muy bueno. Gracias.
La muchachas esta, Yuko Mishima, me la apunto para próximas lecturas..
¡¡Un besote y sigue, sigue que promete..!!