lunes, 15 de diciembre de 2008

HUELLAS DE BASHO EN NIKKO


La teja gris y roja resplandece bajo un día de color plano. La niebla se espesa cuando el tren avanza hacia el interior, camino de Nikko. Podría haberme decidido por otro lugar, pero Nikko fue una parada del sensei japonés Matsuo Basho (Ueno 1644- Osaka 1694) y trato de recorrer su camino. Hoy, aparte de la niebla, de los niños y jóvenes uniformados y de unos pocos mochileros con mi mismo destino, no hay alpargatas para caminar tantos kilómetros y desesperar; todos utilizamos los medios de transporte para ahorrar tiempo. Ese tiempo preciso de Basho, ese Japón de shogunes, ninjas y samurais. Poco queda de eso. La westernización de Japón es demasiado evidente a los ojos del viajero. Los móviles le quitan verosimilitud a la gran contemplación de la naturaleza, la velocidad a la distancia luminosa, el hierro y las vías al orgullo terrenal. No hay kilómetro que no se venda al comercio.
Por fin me alejo de las ciudades y del país limpio e impoluto reconstruído en gran parte después de la Segunda Guerra Mundial. Los pinos miden más de 20 metros y el campo se abre ante mis ojos. Este sí se acerca más al Japón de mis antepasados, más bien el que busco. Fubasami, la entrada a la montaña. El tren vaciándose. Los uniformes caminando por el arcén con sus móviles a todo correr: videojuegos, mensajes, noticias, chateo, internet. Las casas bajas y la agricultura se abren paso entre hermosos bosques que culminan en montañas verdes y rojas y amarillas. Las máscaras dormitan agachando sus cabezas mientras el tren de JR traquetea acunándonos. Chirrían las ruedas y el tren se deja querer y engullir por los bambús que bordean las vías a lo largo del camino. Ahora entro en lo profundo. En ese caminar abatido y consciente de un poeta. En la niebla clara de un día sin dueño, por fin; del lugar que me regaló unos genes dulcificados. Hay teenagers acnéicos y con pelos negros y gruesos en las piernas. El vagón parece protegernos de una temperatura inapropiada, el calor subiendo por los pies, la sangre espesando y un sueño de espera llevándonos hacia el corazón de la isla.
Yo quería caminar al lado de Basho. Recorrer durante unos años sus huellas y caer moribunda al final del camino con la seguridad de haber contemplado y comprendido la esencia de la naturaleza y con ella al mismo hombre. Pero nuestro ritmo frenético nos lo impide. Otras obligaciones capitalistas y consumistas nos atrapan en su red y no nos dejan salir. Hace poco leía que la mujer japonesa ha cambiado de hábito en el vestir para adecuarse a la vida laboral, mucho más evidente después de la guerra. El kimono, aparte de caro, es inapropiado para el ajetreo y las prisas. Yo también visto con pantalones, tampoco consigo salir. Y sí, quiero. Aunque hago lo que puedo por escapar de vez en cuando. Esa vez caminaré parte del camino, desgastaré mis suelas de goma, para hacerlo a un ritmo propio, tratando de aunar modernidad con esencia de la naturaleza, niebla con decoro y virginidad con sabiduría. El interior y la montaña siempre atrapan al viajero, aunque quiera escapar a la costa para ver el mar pensando que algún barco mercante vendrá a rescatarle y le sacará de la isla. Al fin y al cabo todo son islas, mayores o menores, pero vivimos a la deriva, movidos por la furia de los océanos. A mis pupilas llegan las imágenes de pequeños pueblos y pagodas que todavía se mantienen desde hace siglos, de la época de Edo, anterior y posterior. Hondas y Mitsubishis de cuatro ruedas, casi nuevos, aparcados a las puertas. Un árbol rojo intenso de pocas hojas en medio de un llano rodeado de montañas trata de competir con el gris metalizado y rabioso de la economía nacional. La crisis mundial, ante la precaución financiera por reducción de importaciones y exportaciones, pide menos vehículos. Aunque el imperio más antiguo de la época moderna, que todavía pervive, se siente seguro y con fuerzas. Puedes preguntar a cualquiera en la calle que te dirá que el yen está fuerte. Y es difícil rebatirle.
El tren está llegando a su destino. La sonrisa de una mujer fea de manos venosas se ilumina con su bufanda rosa. La veo hermosa y radiante con la mirada antigua, sacada de los primeros grabados del siglo XVII. Fuera hace frío. Casas, coches, bicis, labios brillantes, mochilas y una estación casi solitaria. Una voz masculina anuncia en japonés la nueva y última parada del viaje: Nikko. La niebla me da la bienvenida y camino, con mis 15 kilos de peso extras, hacia la parte más alta, en busca de las huellas de Basho que se encuentran justo al salir el sol, bajo una manta espesa de líquenes, musgo y palabras nacidas del espíritu y la filosofía oriental: del mismo zen.

Matsuo Basho es el primer gran maestro del haiku, le siguen Yosa Buson (1716-1784), Issa Kobayashi (1762-1826) y Shiki Masaoka (1867-1902). Ellos conforman los cuatro grandes maestros del haiku japonés.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdona que salte aquí la pregunta de la corbata de hace dos o tres posts. O como se llamen... ¿entradas?

No creo que te sea útil, excepto si tienes un marido al que ajustar el nudo -sin ahogar- por las mañanas, y un amante al que desajustárselo -suavemente, sin soltarlo del todo- después de comer. Pero no te veo mujer de maridos ni corbatas.

La seda es excitante, pero la corbata es burguesa. No se mucho de corbatas: no uso. Curioso que naciera con la Revolución Francesa, curioso que los revolucionarios llevaran la corbata negra y los contrarevolucionarios blanca.

Y que esos nudos anudados no los ató un marinero, sino una sirena que perdió tierra adentro el mar hace tiempo. Otros cantos van encantándome. me tienen encantado.

Anónimo dijo...

Tonight I had a dream... Someone I used to love too much called me. He said I've decided already, I´m staying... I was listening and calm. Really calm, like the siren that knows that she won´t never make a proper family. Hunging down the phone with a female vitory face I thought that I've always knew his answer. So then I felt calm. But my nightmare began when I saw myself in a black hole, so long, so deep... And I was shouting his name with the big feeling that someone you really love is dead and you can´t do anything to save his life. I woke up with anguish in another dream, one I had long time ago, looking at the sea from the door to the other side, where everything is clever and possible.

Anónimo dijo...

Saeta, esta vez, fuiste el ojo y la flecha...,que prosa prístina esta! Te digo que viaje a través de tus ojos. Ves? Has hecho una película casi perfecta, excepto el final pese a la alusión a los grandes maestros es pertinente, parece débil comparado con lo antes dicho en el texto. En fin! ¡Eres genial! Ahora te reitero mi Hai-Kú, titulado: Twiggy Hirota
Sombra viajera
sobre un mar de oro:
¿Luna o paloma?

2Win dijo...

Lo se, querido Walter. El final no es más que un epílogo que no viene al caso. Este año quiero volar, a la luna y a muchos lugares donde vive gente maravillosa y que echo de menos, como el tuyo. Águila, con las alas extendidas, y a favor del viento. Pronto un largo vuelo. Y antes del despegue un beso de largo recorrido.

2Win dijo...

Por cierto, tus haikus me llegan. Hagamos un libro a medias... ;) He escrito varios durante el viaje a Japón, solo que en inglés (lo siento, me ha dado por ahí, de tanto pensar y hablar en mi primera lengua, o segunda, se supone que la primera era japonés...) Ummmmm. Besos W.

Anónimo dijo...

Hola Saeta, ayer os he enviado varios en un emilio, la idea es que en la medida en que los vaya encontrando y desde luego los que se me ocurran, yo te los envío. Este será un hijo de los dos que además será bilingüe, lo cual es un doble motivo de maravillarme. tqm

Anónimo dijo...

Hola, mi principesa oriental, recibe mi abrazo, con la noticia de que te envié nuevos poemas para el libro. La dir que me diste me devuelve los msjes. Te cuento que mandé con una chica colombiana que vive en Murcia, el libro La Memoria del Agua, donde aparecen dos poemas dedicados a tí. Ella se llama PAULA GUARÏN. Pronto te daré su cel, para que hagas contacto. ahorita lo he extraviado. tqmmmmm

2Win dijo...

Really?????? twiggy6_99@yahoo.es
I´ll be around to contact your friend as well. ;) Write you soon.