domingo, 27 de marzo de 2011

TECNOREVOLUCIÓN SIN CENSURA

HAZ CLICK EN EL TÍTULO PARA VER ENLACE ADJUNTO (para protegerse de la censura en Internet)

"La red pertenece sobre todo a las nuevas generaciones y serán quienes decidan lo que será en el futuro" A esta frase entresacada del libro EL ESTADO DEL MALESTAR. Capitalismo tecnológico y poder sentimental, de Raúl Eguizábal, Península, 2011, añado: "Mientras la viejas generaciones tratan de guiar las conciencias de esos jóvenes para no quedarse sin huevos de la gallina de oro". CENSURA, en definitiva, que no es más que el miedo de los que dominan los medios a quedarse sin poder. La censura siempre va de la mano de la política y de las conciencias más débiles del hombre social (por naturaleza o por exigencias del mercado o por deseos políticos o por cuestiones lógicas de evolución y protección de la especie).  

Por desgracia, desde los inicios de la historia ha existido una censura atroz. Desde los primeros libros conocidos como la Ley del Talión, la Biblia, los primeros escritos orientales... En todos ellos se crea una parte de ficción (que en el fondo no ha cambiado mucho a lo largo de la historia) que nos narra hechos trascendentes de personajes mitad dioses, mitad demonios, que guían a sus pueblos. Ignorancia o más bien aprovechamiento de los listos de la clase, que siempre los ha habido...  Desde luego, los primeros humanos que aprendieron a escribir ya tenían una imaginación desbordante y eran lo suficientemente atrevidos y osados para saber que esos escritos guiarían a muchos y, por lo tanto, debían de ser "retocados" a imagen y semejanza de los poderes. Desde ahí a los manuscritos, el papel, la imprenta,  periódicos, revistas, cine, radio, televisión... ha sido siempre igual. Luego llegó internet que tiene cine, radio, periódicos, televisión y otras cosas como redes sociales, blogs, negocios... todo junto. El que tiene la capacidad, la habilidad, la destreza o simplemente la posición de poder estar en esos medios tiene en su mano la pluma censora, sabiéndolo o no. Hasta no hace mucho quien ostentaba el poder en los medios lo tenía muy claro: hombres como Ullstein, Northcliffe, Beaverbrook, Hearst o Murdoch, por citar tan solo algunos de los hombres que han dirigido varios grupos editoriales a lo largo de los últimos siglos y que han influido tan directamente en la "historia", sabían que un buen titular puede derrocar un gobierno, y que una buena campaña propagandística puede conseguir cambiar voluntades de la noche a la mañana. Hoy en día es exactamente lo mismo, nada de esto ha cambiado, excepto el NUEVO MEDIO y EL CONSUMIDOR. A los periódicos se han sumado las televisiones, demasiadas, cada vez más, ventanas que supuran entretenimiento de postín y propaganda de moaré, y nuestro nuevo descubrimiento tan amado y odiado llamado internet, con el que los de nuestra generación llevamos 20 años trabajando -desde que se implantó en el país-, nada más y nada menos, y que los mayores, los que ostentan el poder en los medios, están, simplemente descubriendo. Por supuesto los grandes magnates de hoy tienen equipos de jóvenes formado en buenas universidades que les ayudan, por un módico precio, a no quedarse desbancados del "what's going on, man" en ese medio nuevo que muta y se expande cada mes. Pero como por suerte EL CONSUMIDOR ha cambiado y ya lleva años consumiendo basura ideológica y todo parece un poco más sofisticado y complejo con los nuevos medios pues los magnates lo tienen un poco más complicado a la hora de conseguir que su propaganda electoral haga mella en la opinión pública que también ha cambiado del nuevo medio de comunicación social. Y si, claro, la censura, el verdadero "eje del patetismo desilustrado" viene haciendo compañía a los que creen que todavía ostentan una cuota de poder. Me alegra saber que la censura, al igual que todo lo demás, se ha desvirtuado, y ahora, ante la pérdida de referentes, ni siquiera la censura esté de moda en los nuevos medios (aunque haberla hayla).  Claro que siempre, y durante años hemos hablado de esa autocensura del pensamiento que nos hacemos. Yo cada vez lo creo menos. El miedo existe, la autocensura, la muerte, los magnates, la miseria, la risa, la voracidad... Pero también hay mucha más gente despierta que no tiene temores de decir lo que piensa, temores de autocensura de quedarse sin trabajo, sin dar de comer a sus hijos, sin poder echar gasolina al coche... Ahora hay muchas más voces críticas cansadas de la propaganda política en todas sus vertientes: cine, televisión, publicidad, prensa, agencias... Y aunque la censura exista y siga existiendo y no deje de existir, el CONSUMIDOR ya, por lo menos, un cierto y cada vez más numeroso porcentaje, sabe y DEBE SABER, no lo que nos cuentan, sino aquello que no nos cuentan. Eso es lo que gracias a internet y lugares como Wikileaks (siempre me he preguntado quién pone el dinero para que esto funcione y con qué finalidad... pese a todo lo que se dice), twitter, facebook, empezamos a saber. Claro que hay tanta información, tanta paja, tanta empresa que lleva cientos de cuentas de twitter de grandes empresas para llenar la red de propaganda, que podemos perdernos en el camino de la verdad. La red claro que pertenece a las nuevas generaciones, por eso no queremos que haya censura en ella, no queremos propaganda, no queremos publicidad y ya hemos empezado a crear un manifiesto. La censura es libre, como el hombre, pero nosotros tenemos que aprender a vivir sin ella, igual que sin las guerras, igual que sin la weltpolitik, igual que sin intermediarios, igual que sin subvenciones y "amiguetes del favor del momento", igual que sin grupos políticos que no nos representan en absoluto, igual que sin medios de comunicación que nada tienen que ver con nuestro mundo y nuestra realidad, que nos copian a  nosotros los contenidos, que van siempre tres pasos por detrás y se dedican hoy en día a copiar ideas que encuentran en las redes sociales. Son, en parte, los periodistas los que también están haciendo mucho mal a esta sociedad, no todos, pero sí la mayoría de incompetentes, de plumillas que se autocensuran para cobrar a final de mes, de los que se llaman periodistas y PERMITEN la censura de abajo y de arriba sin denunciar a otros poderes la corrupción económica, ideológica y escatológica que existe en muchos rincones de esta sociedad. Si igual que el tema de la construcción en España esto ya se veía venir; ya llevamos muchos años en esta transición y la llamada democracia mal entendida que se se vive en España. Si todo esto les queda grande y todavía están aprendiendo... Con grandes sueldos, claro, con el apoyo del señor Juan Carlos, y sin entender de qué va todo lo nuevo, la red, los usuarios, los nuevos consumidores (que no son los viejos consumidores que querían un coche mejor que el de su jefe para aparcarlo al lado del suyo). Los de ahora somos los que no queremos muchas cosas con las que llevamos años conviviendo (obviando que cualquier tiempo pasado fue peor) y sí sabemos lo que es la censura y la propaganda y las cosas mal hechas, queremos que los partidos vivan la realidad de la calle y no su realidad de los pasillos de las Cortes a los coches oficiales. Claro que vivimos en una tecnodemocracia, como dice Raúl Eguizábal en EL ESTADO DEL MALESTAR, pero ni siquiera los censores saben qué es eso exactamente y hasta donde puede llegar. Hay muchos sufijos que se pueden añadir a tecno. Y estoy segura de que los pocos que leáis esto sabéis qué término es el que mejor encaja como sufijo de tecno ¿verdad? Sin censura viviremos mejor, aunque no pueda extinguirse del todo porque es parte del propio sistema. Podemos minimizarla. Podemos hacer muchas cosas juntos. Y eso, de momento hoy, y con cierto cuidado de la censura, se puede hacer en la red. 

jueves, 24 de marzo de 2011

PROYECTO 1 MES PARA JAPÓN: Preparativos




Añado este link para aprender a hacer grullas de origami para apoyar a los damnificados de 11 de marzo de 2011 en Japón. Después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, muchos niños de los colegios de todo Japón, empezaron a hacer grullas para recordar a las víctimas de las bombas y para pedir la paz. Grullas, pájaros, palomas... un símbolo de paz en todas las culturas. El origami o el arte del plegado del papel, lo que en español se conoce como papiroflexia, aporta calma y paciencia según la filosofía oriental.

Los acontecimientos del noreste de Japón: Sendai, Miyama y Fukushima... nos han dejado a  la mayoría desconcertados, tristes y nos han recordado que todos podríamos haber sido ellos. Necesitamos movernos no solo por la paz, que por supuesto, también por los cambios, por los deseos de que las vidas de nuestros muertos tengan realmente el significado y peso que se merecen. Ellos han muerto y aquí quedan las fisuras del sistema... siempre en tela de juicio. Por qué invertir tanto en armamento y no en salvar vidas, por qué industria nuclear en lugar de energías renovables, por qué gobiernos de los oligarcas y no democracia sin gobierno... Son demasiadas cosas las que se mueven cuando sucesos de esta envergadura nos explotan en la cara.

Varios centros en Madrid están haciendo grullas con la misma idea que se hacían después de la Segunda Guerra Mundial en Japón, la de que "esto no debe volver a pasar y recaudemos fondos para los damnificados":

1. Los niños del Colegio Japonés de Madrid.
2. La Fundación de Japón junto con el Ayuntamiento de Madrid y Casa Asia abre sus puertas el sábado 26 de marzo para hacer "Mil grullas para Japón" (guirnarldas de senbazuru). La sede de la Fundación Japón estará abierta de 11:00 a 18:30 hora y podrá pasar la gente que quiera y hacer grullas y dejar mensajes de condolencia al pueblo japonés.
2. El Hotel Kafka inicia una serie de eventos culturales, entre ellos la venta de grullas realizadas por los niños del Colegio El Sol de Madrid, a partir del 7 de abril, día de la inauguración del proyecto 1 mes para Japón. Por este motivo y como somos varios colaborando en el proyecto, ponemos el vídeo para que todos aprendamos a hacer grullas, entendamos de la calma y la paciencia que necesitamos en esta vida, y con un gesto, como un lazo rojo, azul o blanco, una grulla de cualquier color, podamos decir. "Nosotros también somos Japón". El proyecto no ha hecho más que empezar y somos muchos los que participaremos para conseguir que nuestro esfuerzo llegue directamente a las personas necesitadas. 

lunes, 14 de marzo de 2011

TIERRA, AIRE, AGUA Y FUEGO: JAPÓN

Los cuatro elementos de la naturaleza, esenciales para la existencia humana, son los que amenazan fuertemente con la devastación de un territorio tocado, a lo largo de su historia, por terremotos, radiación nuclear, tsunamis y calentamiento global. La isla nippona, casi 130 millones de habitantes, 3 veces la población de España, mitad de territorio, está educada desde la infancia para entender y soportar los movimientos y amenazas de la tierra. Si embargo cuando varios elementos confluyen la destrucción es lo primero que llega.  He recorrido los senderos de parte del territorio desolado por el tsunami del 11 de marzo. Fecha siempre difícil de querer desde aquí, 11 de marzo es una fecha que se recuerda en Madrid con angustia, 11 de septiembre fecha que se recuerda en Estados Unidos con rabia. He recorrido con mis waraji, las zapatillas de esparto que utilizaba Basho, partes del camino para saber qué pudo sentir él en el siglo XVII recorriendo esa zona a pie. Zona y población que ya casi no existen, claro, puesto que la población japonesa vive en las costas del territorio, a pocos metros del agua del mar, como reclamo isleño para decir 'el mundo es vasto y nosotros tenemos el perdón de nuestros kami'. Los kami japoneses shintoistas, budistas zen, confucianos y un poco cristianos, aunque poco, conviven en el espíritu japonés como parte del escenario: son montañas, ríos, mares, estrellas, piedras... Son los elementos naturales personificados. Algunos hoy, todavía se preguntan: ¿por qué los dioses nos castigan? Sociedad sufridora, hasta sus últimas consecuencias, siempre les he admirado en eso. Son, de verdad, un pueblo unido. Se comportan civilizadamente y, aun en momentos tan tremendamente duros como las bombas de Hiroshima y Nagasaki o los grandes terremotos que han asolado parte del territorio japonés, se sienten unidos. Su dolor no se expresa con aspavientos, ni odio hacia algo que está por encima de ellos. Ante la naturaleza, como dice una amiga japonesa, poco podemos hacer más que tratar de que todo vuelva a la normalidad. He conocido a gente en Sendai amable y humilde, gente maravillosa con la que he hablado de la naturaleza y la vida. He escrito textos en Sendai y observado el paisaje que ya no existe. Claro que siento un gran pesar, enorme, un dolor demasiado humano. Luego pienso en los problemas nucleares, la que se está liando en los países europeos sobre la temática abordada, y siempre dejada de lado, nuclear. El índice Nikkei por los suelos. Por supuesto si Japón no puede competir en la liga A porque se ha hecho un esguince del que va a tardar en recuperarse, mejor dejarle fuera de combate. Me llegan informaciones o comentarios o simplemente cotilleos varios que apuntan, algunos, a una máquina muy potente que tienen los americanos para crear terremotos. Es estremecedor leerlo y de poco fiar. Pero ciertamente la CIA, vieja empresa con intereses internacionales, lleva mil años luz a la población civil. Por supuesto no creo que tengan demasiado que ver en esto (aunque sí posiblemente en otros territorios), indirectamente el Daijishin afecta a empresas americanas. Pero ¿no da miedo? ¿No es estremecedor que el hombre, algunos hombres, perdón, tengan la capacidad y el poder de decisión para llevar a cabo determinadas acciones que tanto terror nos provocan? Agradezco enormemente a todos los países que están ayudando a la sociedad japonesa. Debemos enviar pilas, velas y todo aquello que ayude a los desplazados a tener electricidad y luz.  Creo que esto está teniendo y tendrá grandes consecuencias en la economía mundial. La tercera potencia económica del mundo fuera de juego. En Europa y América frotándose las manos para vender los coches que no podrán fabricar Toyota y Honda hasta dentro de unas semanas. Las aseguradoras arruinadas (después de la banca financiera); las constructoras y ahora, la guerra más vieja que el cinismo armamentístico: el petróleo. Los mayas decían que el 2012 el mundo desaparecería, ellos y muchos otros. Por supuesto estamos viviendo una época de grandes inestabilidades, de todo tipo, y eso unido a la pérdida de norte que todos sufrimos gracias a los sistemas que nos obligan a ser máquinas de producir y consumir, nos llevan al vacío existencial tan predicado por los filósofos de todos los tiempos. Esto no es nada nuevo. Algunos auguran una revolución más radical que la francesa, otros el fin del estado del bienestar, otros la necesidad de eliminar parte de la creciente población por falta de recursos, otros a la necesidad de implementar cuanto antes las energías renovables... Y mientras los debates siguen, los japoneses vivos creen que los kami les han castigado (esta vez no se por qué) y algunos estados envían ayuda humanitaria a la isla, y en Europa se habla del futuro de Gadafi, o sea, del petróleo, las clases medias seguimos viviendo anonadados, dejándonos golpear por todos los costados, sin poder opinar, explotados a base de impuestos y amenazas de más impuestos. De verdad, quien nos vendió esto de que la vida está bien ¿fue un rico, un aristócrata, un príncipe? Ummmmmmmm. El engranaje de este mundo es cada vez más absurdo, no más sofisticado, aunque algunos lo crean. La relación calidad-precio es una mera especulación y todos sabemos quienes son los especuladores. Los elementos de la naturaleza serán los que acaben con ellos. Por supuesto, nosotros ya hace tiempo que estamos muertos. 

sábado, 12 de marzo de 2011

INTELECTUALILLOS DE CAFETÍN

Hagamos un ejercicio práctico. Creemos un personaje. Mejor dicho, un personajillo, que siempre suena peor pero se acerca más a la realidad que queremos representar. Pensemos que es real. Es más, pensemos en alguien cercano que conozcamos que se tilde de 'autor' 'artista' 'escritor' y/o 'amenizador de masas'. ¿Verdad que todos conocemos a unos cuantos que entran dentro de ese perfil? Yo ya tengo el mío. Le voy a llamar señor A. G. , para gracia de compañeros que saben leer entre líneas. 

Mi personajillo tiene alrededor de 50 años. Le gusta marcar con su estilo sórdido en el vestir que él si es un verdadero burgués, tanto que vive en zona burguesa, del Madrid de toda la vida. Estoy segura de que siguen conociendo a varios personajillos de este perfil. En invierno tira de abrigos largos de paño, colores discretos, y en verano de vaqueros ajustados para seguir pareciendo moderno, como Ramoncín. Digamos que es de su quinta, pero a éste no le gusta ir de rockero, ni de siniestro, sino de señorito. Un literato que se precie ha de seguir pareciéndolo, mitad a caballo entre el estilo rococó del escritor de tertulia y cafetín con puro incluido (cuando hace ya muchos lustros había tertulias y se podían fumar cubanos en los clásicos del Madrid ilustrado) y el yo me adapto a los tiempos y vendo 'eau de garçon' a las muchachitas que todavía crean que papá noel les presentará al editor de turno para que publique sus beldades de niñas con alma y con inquietudes. Lástima dan ellas (no importa del sexo que sean), que son muchas, a veces hasta demasiadas, y pena ellos que están, todavía, más perdidos que los jóvenes que no tienen donde caerse muertos. Solo que mi personajillo factura a cambio de sonrisas, de supuestos favores políticos y literarios, y de jugadas de ajedrez de libro para principiantes. Claro que los que con él se mezclan, los que le siguen el juego, son de la misma calaña y buscan las mismas miserias que él. Vender más: quitarse de encima los retales, los textos olvidados de lo que hay miles de ejemplares pudriéndose en grandes naves, los discos que ya no quieren ni regalados porque las casas cada vez son más pequeñas y el espacio vacío empieza a tener más valor entre los diseñadores que el espacio lleno. 

Mi personajillo es bastante ignorante. Suele pasar. Le gusta analizar superficialmente lo que sucede alrededor y, sobre todo, envidia los nuevos medios tecnológicos que abaratando costes consiguen llevar su producto a esas mujeres solitarias que todavía creen que él tiene sex appeal (debido, como ya se ha indicado arriba al 'eau de garçon' -esencia que ha hecho estragos entre la población no me como un colín y con este tengo varias posibilidades-. Por supuesto el mundo de la cartelería está en boga entre las charlas literarias y las etiquetas de postín que algunos, como mi personajillo, se atreven a enseñar. Son muchas (no importa del sexo que sean) que se acercan a mi personajillo con el cartel 'quítame estas telarañas' 'méteme en política' 'me encanta tu libro que no he conseguido terminar pero hazte una foto conmigo para enseñar a mis compañeras -no importa del sexo que sean- de mi trabajo' y/o 'tú si que sabes de esto ¿qué hay que hacer para ser como tú?'. Eso le encanta a mi personajillo, le hace sentirse querido, alguien importante, alguien que algún día, pronto, triunfará puesto que lleva años trabajándoselo, pagando comidas a unos y a otros, prometiendo a unos y a otros, vendiéndose como el señor de los señores que sabe. 

Claro que, como es mi personaje y yo lo he creado, voy a serles totalmente sincera: por las noches, a veces, llora. Claro que tiene corazón, y traumas, y miedos. Él sabe que la gente seria, las mujeres de verdad -sean del sexo que sean- no le tienen en consideración. Les resulta un payaso de pacotilla, un don nadie, un (me da hasta pena decirlo) perdedor. No sabe escribir, no sabe crear, no sabe pensar. Y el mayor problema es que lo sabe. Es un amargado que no puede ser bueno, aunque quiera, porque no sabe...  No hace falta ser muy leído para darse cuenta de que un personajillo de este tipo no es bienvenido en los clubes importantes (esos a los que él quiere pertenecer). Así son los personajes de pacotilla, un quiero y no puedo. Un arrastro a quien sea para conseguir mi premio. 

Ahora hablemos de premios. Imaginemos que mi personajillo necesita, para ser reconocido, no solo por las mujeres de baja estopa -sean del sexo que sean- sino también por las de cierta categoría, premios. Por supuesto los ha ido consiguiendo gracias a esas cenas y esa pseudopolitik que se cuece en los círculos de inteletualillos baratos, plumillas ignorantes mediante, intereses económicos por encima. Vamos que en el fondo mi personajillo no es más que un títere miserable de las grandes compañías: llámense majors, editoriales, discográficas... Eso también lo sabe, pero se lo niega a diario (por eso está lleno de miedos y lleno de infamia). Sin embargo pongámonos en su lugar ¿no merece la pena venderse a cambio de unos meses -rápidos, ya sabemos donde estamos- de gloria? Esa gloria pasajera que le servirá para quitar más telarañas -sean de sexo que sean-, para vender a los políticos que él puede pues sale en los medios y en las fotos y las amas de casa sueñan con su 'eau de garçon'. Le servirá para seguir prometiendo, más que antes, que él tiene la fuerza necesaria, las aptitudes y la falta de escrúpulos para facilitar a su país al próximo premio nacional, y para embolsarse un cantidad suculenta de euros para seguir comprándose su ropa burguesa e ir esparciendo entre sus amantes su 'eau de garçon' que tan mal me está empezando a oler. No se a ustedes, pero a mí me está empalagando el aroma de este personajillo de poca monta, un don nadie que va de estupendo, más ancho que la masa, aunque luego tenga vértigo, y miedo y dudas de su valía. Casi me estoy arrepintiendo de haberlo creado...

Finalmente ya para dejar por sentado el perfil de este personajillo con el que vamos a trabajar durante un tiempo (espero que prudente para no le detestemos mucho más) pongamos que el señor dice ser de izquierdas, eso que tan bien queda en el 'artisteo' de un país que todavía no tiene claro que es izquierda ni derecha, pese a que a los zurdos se les amputa porque son hijos del demonio: Esto es algo que me sucedió en mis propias carnes, por lo tanto no es ficción, sino parte de la resaca de una realidad religiosa y política que vivía este país llamado España no hace muchos años. Se dice de izquierdas pero todos sabemos (puesto que conocemos este perfil: insisto 'quién no tiene un personajillo de estas características en sus vidas') que no lo es ni por asomo. Es de esos que se arrima al árbol del memodueño que cree que nuestro personajillo le va a ayudar a quitar la fruta cuando madure para ir a venderla al mercado, pero que no se ha dado cuenta de que lo que realmente quiere hacer nuestro personajillo es coger la fruta y tirársela al primero que pase por delante del árbol para marcar territorio. Me da tanta lástima este personaje que lleva años y años viviendo de rentas de unos y otros, que va de hijo de lo comercial y de lo moderno y no es más que un burgués demodé en tierra de nadie, que está más solo que la una, aunque algunos compañeros de oficio, deslumbrados por su falso desparpajo, crean que alguno que otro kilogramo de fruta les caerá gratis en la bolsa cuando vayan a comprar al mercado. Ay si ellos supieran que no llegará la fruta al mercado. Que personajillos de esta calaña deben caer solos y por su propio peso antes de que agiten más y hagan más daño en lugares impropios y pequeños. Ay, esos favores en la prensa, esas falsas palabras, esa tergiversación de la realidad. Alguien que se tilda de consejero de lo nuevo, representante de muchos aunque nadie le haya votado. Este personajillo es, en esencia, un alma maldita y podrida, y como él hay unos cuantos. ¿No les da lástima? Debería dársela pese a que él viva mucho mejor que nosotros, pese a que llegue más alto aunque no le corresponda, aunque él use 'eau de garçon' y se lleve a algunas amas de casa de calle. No le envidien. Piensen que no es más que un pobre hombre. Por lo tanto cuando reciba el premio que se está trabajando, uno de esos premios importantes del mundo editorial o cinematográfico, piensen en las malditas horas que ha pasado ese personajillo para conseguir algo que los de los clubes importantes no quieren por desprestigio personal. La migajas, aunque vistan de colores vistosos, de marketing viral, aunque aparezcan en los lugares que algunos consideran modernos, aunque se hagan vídeos llamativo de la basura, no dejarán nunca de serlo. Los personajes buenos no pierden el tiempo con estas minucias. Prefieren dormir tranquilos por la noche y no vender su alma al diablo. ¡¡¡Ay de estos seres miserables!!! 

TSUNAMI NUCLEAR EN JAPÓN

Hace semanas que se vaticinaba la muerte de los blogs, que digo semanas, meses. Los que llegaron no hace mucho al mundo blog (y cuando se habla de mucho uno se refiere a trimestres o semestres, nunca más de un año) siguen utilizándolo como medio de expresión, o como herramienta de trabajo y/o propaganda política, pero ya queda poca autenticidad en los blogs. Nos cansamos de todo: la rápida fluidez de la información, la desidia generacional, lo que sugiere Tao Lin, el escritor de 24 años que decide subastar en eBay los derechos de su primera novela, en su twitter: "Siento que solo quiero transmitir 'no lo sé' y 'no tengo nada que decirte'. Facebook, twitter y flirck han sustituido entre los menores de 45 o lo mayores de esa edad que quieren llegar a ese público, a los ya aparatosos blogs, que obligan a dedicarles el tiempo necesario para analizar algo con cierta profundidad. Pero ¿acaso nos importa la profundidad de las cosas? Curiosamente aparte de lo que ocurre en el ciberespacio, que no es poco, aunque poco profundo, el espacio real en el que cohabitamos, del que respiramos oxígeno y bebemos agua, necesarios para la permanencia, nos alarma de su razón de ser. 'Estoy vivo', dice.  Soy más importante que cualquiera de las pequeñeces que tratáis en vuestro mundo: petróleo, economía, tecnología. Una vida no vale nada, vale un segundo, dos minutos, un parpadeo de elefante. ¡Qué más da! Entonces nos damos cuenta de que la información no existe, que todo está cortado y medido por raseros humanos, subjetivos, y que la realidad fragmentada que nos llega no significa nada más que 'no lo sé' y 'no tengo nada que decirte'. Un tsunami de olas de 10 metros de longitud, consecuencia de un maremoto provocado por un terremoto, un simple movimiento de tierra, que cansada de su postura decide mover un poco el esqueleto. Ha sido Japón, aunque podía haber sido otro lugar candidato como Chile, Alaska o Sumatra. Claro que Japón está en los top five, ¡cómo no iba a estarlo! La isla no es más que la hija de esa falla, su consecuencia natural. El vaticinio de la muerte de los blogs y el cambio del IPv4 al IPv6 porque ya no queda más espacio cibernético suena a paralelismo mediático con la muerte de parte de la humanidad porque ya no hay más recursos para mantenerla. Oh, sí, llegaremos a 7.000 millones (o no). Se habla de guerras constantemente (nunca ha dejado de haber guerras: ni entre familias, ni vecinos, ni pueblos...) como medida preventiva para conseguir territorios, marcar autoridad, y por supuesto, para hacer negocio. Vender armas es tan lícito como vender carbón, diamantes, petróleo, uranio, oro... Y tantas cosas más, como vender el alma al diablo. Aparentemente el coste de las víctimas que surgen de estos negocios de minerales no supera el coste de los beneficios que generan, así que la balanza siempre sale en positivo. Ahora bien: un terremoto como el de Japón libera 60 veces más energía que la bomba que lanzaron los americanos en Hiroshima, en 1945. Así que un desastre natural consigue en unos minutos que la balanza de las víctimas se traduzca en números negativos. Obviamente un desastre natural de estas características, con la amenaza en el aire de las fugas de la central nuclear de Fukushima, crea y creará tantas víctimas que hasta dentro de años no se sabrá la cifra real, con un margen mínimo de error. Mi pregunta es: siendo esto así, como todos vemos a través de los medios de información y propaganda, según el país desde el que se mire y el negociado económico que haya con el país tocado y hundido, ¿para qué se necesitan guerras? ¿para qué se necesitan crear armas de destrucción masiva? ¿para qué protegerse del prójimo cuando es la ira de la madre naturaleza lo que hay que contener con cariño? No hay enemigo humano que se precie pues las vidas de todos, absolutamente de todos, tienen el mismo valor, y ese valor es el que nosotros, todos, consigamos que tenga. Hacer guerras a medida para vender armas (caso de Libia y muchos otros países a lo largo de la historia de la humanidad); dejar que mueran los pobres, los rebeldes, los insumisos y aquellos que no decoran con la imagen de su persona los medios que todo lo devoran y que  la mayoría de las veces 'no tienen nada que decirnos', debería de ser un delito tipificado por la ley. Aunar nuestras fuerzas para solventar las catástrofes naturales, prevenirlas y ser efectivamente humanitarios es lo que deberían enseñarnos en las escuelas, los colegios y las universidades del mundo. Pero en algunos países no nos enseñan eso. La hipocresía de la realpolitik y la weltpolitik se ve ensombrecida como base práctica por sucesos inabarcables. Por supuesto que algunos pensarán que tienen que ver las churras con las merinas: pues señores 'no lo se', 'no tengo nada que decirles', creo que ya he dicho suficiente. Nada permanece, todo sucede a la velocidad del vértigo y Maquiavelo, oh señor de las penumbras, ha conseguido iluminar a los señores de las fotos que poco más saben de la política, de la vida y de la historia (por mucho que hayan leído, pues todavía no entienden que la realidad está tan fragmentada, que cualquier parecido con el 'tsunami nuclear' en Japón no es mera coincidencia, es simplemente una consecuencia natural).